Yucatán

'Oxidar” se dice de la persona que aborrece practicar ejercicios

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

No es tan yucateco este modismo pues lo hemos escuchado en películas, programas de televisión, especialmente los deportivos, y en las redes sociales (que nunca consultamos).

La oxidación viene de no dar un golpe, de no levantar un dedo, de ser enemigo de las caminatas, del levantamiento de pesas y de no salir a la calle sino en automóvil.

Entonces ese sujeto se “oxida” según el Dr. Gorgojo, y no sirve para maldita la cosa.

Hará unas pocas semanas el policía Barrigas se sintió mal y acompañado de la Xlá-Pelos, fue a visitar al médico y le expuso todos sus males en una larga sesión de cinco horas y 15 minutos, durante la cual se formó una enorme cola de pacientes con muletas, burritos, bastones, sillas de ruedas o esas sillas-bastones, como la del cronista D. Antuán, que le sirve de maravilla para esperar sentado y no de pie mientras le toca su turno con el matasanos.

Cuando le llegó el turno al Barrigas tuvieron que cargarlos a pulso el granizadero, el Gasolina, el Máikel, el Mulix, y las señoras XláMarcucha, X’Pelos y Uxlek porque de otra manera nunca hubiese entrado en el consultorio.

-¿Qué te pasa, Barrigón? -lo auscultó el Dr. Gorgojo-. ¿Cuál es tu “problema”?

-Me “levantó” un camión de basura y me malmató. Me duele todo.

-Ya lo veo: ocho huesos rotos, raspadas por todas partes, menos dientes y demás. Te voy a curar, gandalla, pero me pagarás. Y lo primero que haré es limpiarte el cuerpo. Mira cuanto óxido cargas. ¡Estás superoxidado! No das un golpe y vives en tu hamaca de 14 cajas. ¡Dios mío!