Yucatán

RUINAS DE AKE, Tixkokob, Yuc., 15 de enero.- Nacido en 1920, un 10 de enero, en la población de Huhí, pero registrado en Homún, donde está su acta de nacimiento, de padres de origen zacatecanos cuando estaban los rezagos de la Revolución Mexicana, ellos fueron Jesús Castro Roldán y su mamá María Herrera Villaseñor.

Se casó con su esposa Rosario Amaro, quien ya falleció hace años y sólo tuvieron una hija, Juanita Castro Amaro, quien a la vez ella les dio seis hijos y todo se debe a que el pasado viernes en la iglesia de esta comunidad sus familiares lo festejaron por cumplir cien años de vida y se ve que aún está fuerte, pese a que se traslada en una silla de ruedas don Gonzalo Castro Herrera.

Han sido cien años de historia e hizo lo que a él le gustó a lo largo de todo este tiempo, y a don Gonzalito, como le dicen de cariño, lo festejaron el pasado viernes su centenar de vida con una misa de acción de gracias que hizo el párroco de la iglesia de Cacalchén y que por mucho tiempo estuvo de párroco en esta iglesia César Amílcar Carrillo Gómez y el actual párroco de la iglesia de Tixkokob Luis Angel Spínola Echeverría, que se hizo en la iglesia de esta comunidad donde por mucho tiempo fue sacristán y ha visto pasar a varios padres que ha tenido la parroquia de Tixkokob, a la que pertenece la iglesia.

Fue pilar de en su familia, dicen sus familiares en plática para POR ESTO! , ya que a lo largo de su vida nos ha enseñado que hay que tener a Dios presente en todo momento. En muchas ocasiones nos quitó el hambre dándonos de comer o nos alimentaba el alma dándonos sus consejos y predicaciones de lo que ha leído en la Biblia.

Fue fundador de la capilla que se encuentra en Ruinas de Aké, a un costado del campo deportivo y aun así las cosas no son iguales para él, ya que ahora le cuesta trabajo estar parado. Y el día de su cumpleaños pidió que lo paren donde por muchos años hizo llamados para que la gente acuda a misa, haciendo sonar la campana y lo hizo de pie jalando la soga de la campana en la iglesia que se encuentra en un cerro.

Para muchos en la pequeña comisaría, de apenas 500 habitantes, han sido testigos de su bondad de su carácter, pues como todo ser humano posee un carácter fuerte de líder y cuando él te dice algo que tiene razón, cuando nadie lo saca de ahí.

Quien ha sido don Gonzalito es un viejecillo que ha demostrado ser una buena persona y que en sus relatos en una ocasión nos dijo que entre sus sueños Dios le dijo que predicara la palabra, no importaba la manera, pero que la gente no se olvidé de agradecerle todos los días a Dios. Aún se le recuerda de cuánto trabajo le dio dejar de trabajar y desprenderse de su medio de trasporte, su inseparable bicicleta, pues fue su compañera de toda la vida de aventuras, y que hoy los hilos blancos en su cabeza y sus manos suaves han sido testigos de toda su vida.

Siempre le gustó visitar a las personas enfermas y llevarles la palabra de Dios como un alivio a su enfermedad, a los que le gustó predicar la palabra. Y para la familia dicen que están orgullos de que aún el Creador lo tenga vivo y prestándolo y que sea por muchos años más y en su humilde casa de esta comunidad donde lo festejaron con mucha armonía. Tuvo seis nietos y cuenta con diecisiete bisnietos y tres tataranietos que han sido la familia de Gonzalo Casto Herrera.

(José Alfredo Islas Chuc)