Más de 6 mil feligreses de las parroquias e iglesias del sur del Estado celebró en medio de alegría, júbilo y efervescencia religiosa, la tradicional Peregrinación del Decanato Nueve
CHUMAYEL, Yucatán, 18 de enero.- Con la asistencia de más de 6 mil feligreses de las parroquias e iglesias del sur del Estado, se celebró en medio de alegría, júbilo y efervescencia religiosa, la tradicional Peregrinación del Decanato Nueve.
El acto fue presidido por Monseñor Pedro Mena Díaz, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Yucatán, teniendo como testigo a la efigie de la Virgen de la Estrella de Peto, patrona del decanato, la primera visita de Nuestra Señora de la Asunción de Pustunich y al Santo Cristo de la Transfiguración de Chumayel.
La jornada inició la tarde del viernes con la peregrinación de la imagen del Señor de Chumayel con rumbo a la entrada de la población, para darle la cordial e histórica bienvenida a las veneradas piezas religiosas visitantes que fueron recibidas con nutridos aplausos por la grey católica.
Con las tres imágenes al frente, se efectuó la multitudinaria procesión por las calles de la comunidad, a la que se unió el prelado de la entidad acompañado de los acólitos y sacerdotes responsables de las diez parroquias que conforman el Decanato Nueve.
Asimismo, se unió el numeroso contingente de cientos de católicos de todas las edades que, representando a cada iglesia y parroquia, portaron prendas y globos de un color diferente, en un ambiente de efervescencia y júbilo religioso.
Para la ocasión se contó con la visita de los feligreses de la Parroquia de Santa Inés de Akil; de San Pedro, Chacsinkín; de San Miguel Arcángel, Maní; San Francisco de Asís, Oxkutzcab; y Nuestra Señora de la Asunción, Peto.
Asimismo, la Parroquia de San Antonio de Padua de las Tres Cruces, Sacalum; de San Juan Bautista, Tekax; San Antonio de Padua, Ticul; San Francisco Javier, Tzucacab; y San Pedro y San Pablo, de Teabo.
El alegre derrotero culminó en la plaza principal que fue abarrotada por el centenar de personas, quienes al repicar de las campanas recibieron con alegría a la efigie de la Virgen de Peto y Pustunich, que lucieron elegantes trajes; le siguió el anfitrión, el Santo Cristo de la Transfiguración de Chumayel, que fue cargado por los sacerdotes y el Obispo Auxiliar.
La entrada de las sagradas imágenes a la plaza principal representó un momento de ferviente fe y alegría que hizo vibrar el corazón de las miles de personas católicas que visitaron el Santuario del “Señor de Chumayel”.
Posteriormente y con las tres veneradas efigies religiosas, Monseñor Pedro Mena Díaz presidió la solemne celebración eucarística, acompañado del Pbro. Sergio Gutiérrez, decano del sector nueve y del Pbro. Gabriel Burgos Sabido, de la parroquia anfitriona.
Durante la celebración, el Obispo brindó la cordial y cálida bienvenida a los asistentes que se unieron en una misma fe, pidiendo la intercesión de Jesús y María para mantener la unidad como comunidad, Iglesia y familia, viviendo y transmitiendo el amor de Dios.
“La peregrinación es signo de que somos un mismo pueblo y juntos caminamos para alcanzar el reino de los cielos. Este pueblo de Dios que peregrina aquí por el sur de nuestra arquidiócesis, hoy está ofreciendo un espectáculo para el cielo y para la tierra”, manifestó.
“Con esta gran concentración que estamos viviendo, Dios está feliz y contento de ver a sus hijos reunidos en una misma fe; así como la Virgen María como buena madre”.
Reflexionando en la lectura, el Obispo Auxiliar invitó a los feligreses a proclamar a Cristo como su rey para que reine en sus corazones, sus familias y en las parroquias, recordando que El ofreció su vida por sus hijos.
“Jesús dijo que su reino no es de este mundo, pero sí de un amor que vamos contemplando en la cruz. Pidámosle experimentar ese amor, a través de esa mirada de fe que nos haga sentir que reina en nuestros corazones, en nuestras familias y comunidades”.
Exhortó a los asistentes a caminar como hijos y discípulos de Dios, evitando el pecado que viene de la soberbia y se manifiesta en el egoísmo. “Si somos discípulos de Jesús tenemos que pedirle que nos siga purificando, quitando esa soberbia, ese egoísmo e individualismo que está presente”.
Así mismo, reconoció la importancia del plan diocesano para ayudar a las iglesias a caminar como verdaderos hermanos, viviendo en comunión y familia, teniendo el corazón de María que los guíe a Jesús.
“Bendito Decanato Nueve, sigan con estas experiencias de fraternidad. Santo Cristo de la Transfiguración, sigue transfigurando mi corazón; Virgen de la Estrella síguenos trayendo la luz de Cristo; Virgen de la Asunción síguenos recordando hacia dónde vamos”.
“Lo que hacemos como Iglesia nos va a llevar al Reino de los Cielos. Lo conseguiremos si permitimos que Jesús transfigure nuestro corazón, si permitimos que la Virgen María nos siga trayendo la luz de Jesús. Que sigan adelante. Son un pueblo de fe”, culminó.
Posteriormente, la grey católica presentó sus ofrendas y el Obispo, acompañado de los sacerdotes del decanato nueve, ofreció a la grey católica el Cuerpo de Cristo, a través del sacramento de la comunión.
Para finalizar con el magno evento, el mariachi dedicó varias melodías a las veneradas efigies, en medio de un despliegue de pirotecnia que enmarcó de luz y color la noche.
Para cerrar con la peregrinación anual, el centenar de visitantes fue pasando a venerar a las tres efigies religiosas. Por último, el Obispo agradeció a los sacerdotes, a la comunidad católica y autoridades de Chumayel y Teabo que apoyaron para hacer posible el acto de fe.
(Carlos Ek Uc)