Pilar Faller Menéndez “La matemática ha avanzado por aquellos que se distinguieron más por su intuición que por rigurosas pruebas.”
Félix Klein
Es común sentir una sensación adversa cuando conocemos a alguien por primera vez y sentimos que esa persona tiene “mala vibra”, o en su defecto, podemos sentir que una persona con la que apenas cruzamos palabra la conocemos desde hace mucho. Hay quienes piensan que éstas son relaciones que cultivamos en “vidas pasadas”, pero sin llegar a tales creencias, existe un motivo científico llamado inteligencia intuitiva.
La razón y la intuición son dos elementos que tradicionalmente se consideran opuestos, pero según algunas investigaciones se han encontrado pruebas cuantificables sobre la existencia de la intuición, la cual es un mecanismo valioso del inconsciente muy útil en el momento de tomar decisiones o encontrar soluciones a los problemas cotidianos.
Entender los procesos intuitivos es algo complejo ya que se ha creado mucha controversia sobre éstos, tanto con la ciencia como con la psicología y la filosofía, lo que resulta más interesante al momento de probar su existencia.
Las teorías sobre la intuición mantienen que es el resultado inconsciente de múltiples percepciones inconscientes que se encuentran en un plano racional diferente, y que siguen un proceso propio tanto de relaciones como de conclusiones que en un momento determinado se hacen presentes en nuestro consciente como un impulso para realizar o decidir algo.
Grandes personajes así como reconocidos científicos han reconocido que en varias ocasiones ha sido la intuición la que les ha llevado a desarrollar algunas de sus ideas más revolucionarias. Es cuando viene la pregunta: ¿La ciencia puede ser asistida por algo ajeno a la razón? ¿La respuesta? Probablemente sí existe la intuición, pero ésta tiene que pasar por un método científico para verla.
Los británicos Joel Pearson, Chris Donkin y Galang Lufityanto, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, han investigado y realizado estudios sobre aquello que llamamos intuición, y que entendemos como esa sensación o sentimiento que sin razón aparente que lo justifique, hace que nos inclinemos hacia algo. Los investigadores han afirmado haber encontrado evidencias sólidas sobre la existencia de la intuición.
Para efecto de poder medirla, diseñaron un experimento en el que los participantes estaban expuestos a imágenes con carga emotiva, y utilizaron un estereoscopio de espejo para poder dejar éstas imágenes al margen de la conciencia. Posteriormente les pidieron que tomaran decisiones precisas sobre determinadas cuestiones. A pesar de que los participantes no eran conscientes de las imágenes mostradas, podían utilizar la información que éstas les proporcionaban y tomar decisiones más seguras y precisas. Otro hallazgo fue que mientras más se practicaba el experimento, la intuición mejoraba con el tiempo.
Los investigadores realizaron cuatro experimentos diferentes, con los que pudieron comprobar que las personas que vieron inconscientemente las imágenes emocionales, fueron capaces de tomar decisiones más rápidas y precisas, dependiendo de si las imágenes que inconscientemente se percibían eran positivas o negativas, optaban por una decisión u otra.
Las visualizaciones en el estereoscopio midieron muchos datos fisiológicos de aquellos que participaron en el experimento, como la conductancia de su piel, la cual se tiene en cuenta como un indicador de activación fisiológica, mientras tomaban las decisiones sobre la dirección de la nube de puntos que les mostraban, lo cual permitió ver que a pesar de que la persona no era consciente de la imagen, mostraban una reacción fisiológica al contenido emocional de los estímulos.
Después de haber realizado este experimento, los científicos se consideraban capacitados para medir cuantitativamente la intuición con el fin de poder aplicar estas técnicas en algunos campos como la selección del personal laboral. A pesar de que el experimento no aclara el concepto de la intuición, sí señala su existencia.
Malcolm Gladwell, escritor norteamericano, explica en su libro “Blink, Inteligencia intuitiva” (2017): como la parte del cerebro que extrae conclusiones que se llama inconsciente adaptativo. Esta nueva noción que adquiere el inconsciente se concibe como una especie de computadora gigantesca que procesa, rápida y silenciosamente, muchos de los datos que necesitamos para continuar actuando como seres humanos.
La intuición está presente en muchas de las decisiones que tomamos todos los días, las cuales pueden ser relevantes o no. El número de éstas puede variar entre 70 y 3,500 y su complejidad depende del cargo, responsabilidades o circunstancias en las que se encuentre la persona. Muchas de estas decisiones se toman en la “computadora gigantesca” motivo por el cual muchas veces no somos conscientes de cómo tomamos ciertas decisiones.
Seguramente muchos de nosotros no necesitábamos esta explicación científica, porque estamos ciertos que la intuición existe, pero para los escépticos, valga esta explicación.