Yucatán

Gran fiesta de la solemnidad de la epifanía del Señor

TIZIMIN, Yucatán, 5 de enero.- “Estas peregrinaciones nos hacen tocar el reino, vivir una experiencia que no solamente es en la tierra, sino en el cielo, pidamos vivir siempre intensamente nuestra fe de manera agradecida y con esa disposición de seguir nuestro compromiso día a día de parecernos más a ese hijo de Dios que ya somos desde el bautismo, como todos aquellos que por seguir al Salvador dieron ese gran testimonio de santidad, que así sea”.

Este fue el mensaje del Obispo Auxiliar, Pedro Mena Díaz, dirigido a millares de peregrinos que se congregaron en el Santuario de Reyes, sede de la ceremonia eucarística que enmarcó la gran fiesta de la solemnidad de la epifanía del Señor y que concelebró con el párroco Pedro Echeverría López.

Desde su llegada, el Obispo Auxiliar emitía saludos y bendiciones a los creyentes para luego en su homilía manifestar la satisfacción de regresar a este santuario en los festejos dedicados a los Santos Patronos, Gaspar, Melchor y Baltazar.

Posteriormente, en el sermón hizo énfasis en que en la fe en Cristo siempre hay algo nuevo, pues nuestra vida, nuestro amanecer de todos los días, habrá algo novedoso porque Dios es eterno y nosotros estamos llamados a la eternidad y esta se vivirá siempre con novedad.

Exhortó a que los creyentes pidan que esta peregrinación que han hecho hacia el santuario se renueve y que den gracias por la fe que les ha regalado el Señor, dándoles la oportunidad de regresar demostrando que están dispuestos a ser esos cristianos, esos católicos comprometidos donde quiera que vivan y lo hagan con novedad participando siempre con entusiasmo en la iglesia para dar ese testimonio que los demás están esperando y el Señor se los dará en abundancia.

Expuso que a esta gran fiesta su fe es la que los ha movido a venir de nuevo a este santuario, la que han recibido desde el día de su bautismo en que se unieron al hijo amado del padre. “Venimos por el llamado que el Creador nos hace a ir creciendo en esta fe, porque somos una misma familia, la de Dios”, puntualizó.

También señaló que no se ven como extraños, sino como hijos de Dios, que es tiempo de Navidad, una fiesta prolongada en la que van descubriendo cuánto amor les tiene Dios desde la creación del hombre, del proyecto de salvación y teniendo muy en cuenta que el nacimiento del Señor les enseña a cómo responder a ese amor de Dios.

“Contemplamos a los Magos que van representando a todos aquellos que no han recibido la revelación de Dios, llegaron con la intuición de decir que lo quieren adorar a pesar de no ser judíos, sin embargo nosotros hemos visto su estrella, Dios no ha hecho una manifestación especial, tomemos muy en cuenta de que nos está mostrando al verdadero Dios que viene para quitar las tinieblas conscientes de que seguramente el si va a satisfacer sus vidas, les va a dar la plenitud, la felicidad y por eso hemos venido a adorarlo, por ello al ver la disposición de los Magos de venir hacia Jesucristo, hemos venido por la fe que Dios nos ha regalado”, finalizó.

La fe desbordante de los peregrinos se puso de manifiesto abarrotando el Santuario de Reyes, donde ya no cabía ni un alfiler; llenos de júbilo y gozo por venir a adorar a Jesús y para reencontrarse con los Magos del Oriente, para venerarlos, ungirlos y para encomendarles a sus familias.

(Luis Manuel Pech Sánchez)