Yucatán

Propietarios de bares y cantinas en Mérida esperan recuperarse tras la reapertura

Bares del Centro Histórico de Mérida reabrieron sus puertas luego de siete meses cerrados debido a la contingencia sanitaria, propietarios esperan recuperar su economía.
En “La Viga” se registró buena asistencia de clientes. Foto: Víctor Gijón.

Después de casi 7 meses de no poder operar, diferentes bares del Centro Histórico de Mérida al fin abrieron sus puertas ayer ante el beneplácito de los dueños, ya que esperan una recuperación en su depauperada economía.

Como hemos informado, el 15 de octubre el Gobierno del Estado, en un comunicado, detalló que extendería horarios para algunas unidades económicas y prestadores de servicios no esenciales a fin de reactivar la economía. Una de las actividades que retornaron en tal sentido fueron los casinos, los bares y cantinas que hicieron lo propio ayer.

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En un sondeo, POR ESTO! recabó el sentir de los propietarios de bares y cantinas, sus expectativas y proyecciones ante esta nueva realidad.

“Trabajar un día más, que ya se permita vender bebidas alcohólicas en nuestros negocios, la verdad es que nos ayuda”, compartió Gabriel Celis, propietario del bar “El Templo”, ubicado a unos metros del Parque de la Mejorada.

Indicó que poco a poco las personas van recobrando la confianza para acudir a diferentes establecimientos para degustar un platillo, acompañado de una cerveza.

En su caso, dijo que según los nuevos horarios podrá vender los martes, miércoles y jueves de 11 a.m. a 10 p.m., y viernes, sábado y domingo de 11 a 20 horas.

Gabriel Celis comentó que han sido meses complicados, primero por los efectos negativos de la pandemia y posteriormente por los fenómenos meteorológicos que azotaron la entidad, en junio Amanda y Cristóbal, y más recientemente Gamma y Delta.

“Hemos visto movimiento y nuestras expectativas son buenas, esperamos que la gente se cuide y no haya un rebrote”, indicó.

De igual forma y de acuerdo con las disposiciones de las autoridades, indicó que pueden dar servicio al 50 por ciento de su capacidad, lo que aumenta el ánimo de estos prestadores de servicios.

Eso sí, para poder iniciar actividades en los bares, informó que tanto él como sus socios invirtieron en los protocolos de salubridad como instalación de estaciones para aplicar gel desinfectante, toma de temperatura, tapetes con sanitizante, señalética, entre otros. Calculó que la inversión no fue tan significativa, pero sí de unos 5 mil pesos.

Por otra parte, dijo que por la reapertura han llamado de nuevo a sus empleados que tuvieron que retirar en el punto más alto de la pandemia. Añadió que son 5 trabajadores que han recontratado.

A su vez, el encargado de la cantina “La Casita de Paja”, Joan Pino, coincidió en que estas nuevas medidas le darán un respiro a los comerciantes o prestadores de servicios que dependen de que bares y cantinas estén abiertos, meseros, garroteros, barman, son parte del personal que se beneficia.

Externó que uno de los cambios más significativos es que los clientes deben hacer una cita previa para que puedan ingresar al establecimiento, en su caso, dicha diligencia se realiza vía telefónica de 10 de la mañana a 3 de la tarde.

“Por el momento estamos trabajando como lo hacen los restaurantes, a la espera de que todo se normalice para funcionar ya como cantinas”, afirmó.

Externó que pese a que pueden operar al 50 por ciento de su capacidad, procuran no cubrir ese porcentaje al tope a fin de evitar nuevos contagios por COVID-19 en este tipo de negocios.

Robert “Bob” Stanton, propietario de “La Viga”, ubicado en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Mérida, señaló que fue un día activo pese a que hay que hacer reservación, pues “no paró de sonar el teléfono” para asegurar un espacio en su local.

“Es un buen martes, hemos tenidos días peores, ya que no había gente, trato de ser optimista para lo que viene”, expresó entre risas. Abundó que, como otros propietarios, tuvo que invertir un dinero extra para poner el local en condiciones, es decir, con todos los protocolos de seguridad sanitaria, más las veces que contrató los servicios de sanitización.

Cabe mencionar que no todos estos establecimientos abrieron sus puertas, algunos de ellos permanecieron cerrados.

Por Guillermo Castillo