Ser sepulturero, un trabajo que pocos se atreven a realizar, para Julio Uh Can quien lleva alrededor de 35 años laborando en el Cementerio Municipal, el trabajo que efectúa conlleva tener un temple de acero para continuar pese a lo difícil del momento para las familias, además, se dedica a pintar y dar mantenimiento a los osarios.
Julio comentó que en un inicio comenzó siendo el ayudante de su suegro Santiago Euán López, quien ya ha fallecido, “observé todas las actividades que se realizan en el panteón desde darle limpieza a las áreas del cementerio, pintar tumbas y osarios, realizar lápidas y darle cristiana sepultura a las personas fallecidas, además es un momento donde se vive la nostalgia de la familia que ya perdió a su ser querido, no tengo horario para sepultar un cadáver, sólo me avisan por los familiares a qué hora desean que se entierre y ahí estamos”, explicó.
Sobre lo mencionado recalcó que sea de día o de noche, haya sol o lluvia, no será impedimento para realizar su labor de sepultura; asimismo, indicó que también hace exhumaciones de restos ya que una persona dura aproximadamente 3 años dentro de la bóveda y después se tienen que sacar sus restos para depositarlos en sus criptas u osarios.
Pero antes de cualquier actividad fúnebre se tienen que efectuar los permisos correspondientes en el Registro Civil, “en las vísperas de Día de Muertos solicitan mi trabajo de darle pintura a las tumbas por la familiares del fallecido, varias personas acuden al panteón para depositar flores y veladoras en las tumbas, llevo 35 años aquí en el cementerio y nunca me han asustado o he visto algo paranormal, aquí es un lugar de respeto donde descansan las personas, lo que si he encontrado son letras chinas o ropas interiores, pero no me da miedo con la ayuda de una madera retiro del lugar donde encuentro los fetiches y los llevó a quemar al fondo del panteón”, indicó.
No obstante, durante la pandemia de coronavirus mencionó que han fallecido 4 personas en los hospitales pero son incineradas y colocadas sus cenizas en una cajita especial herméticamente sellada por las funerarias y después se colocan de forma directa en la cripta familiar del fallecido con todas las medidas sanitarias en el manejo de estos casos.
Sin embargo, en estos días de Fieles Difuntos que se aproximan compartió que cada año se hacían misas en el panteón, pero en esta ocasión no se podrán realizar, “aquí seguiremos trabajando en el Cementerio municipal mientras Dios nos de vida y salud para continuar con nuestra noble labor de trabajar entre los muertos”, indicó.
Por Concepción Noh