A diferencia de años pasados, en esta ocasión la tradicional“Bajada” de la imagen de la Virgen de Guadalupe se llevó a cabo de manera discreta y con un reducido número de feligreses.
Tal y como estaban programadas por las autoridades religiosas, las festividades guadalupanas se realizaron con un aforo mínimo debido a la pandemia del coronavirus que se mantiene a nivel mundial.
La celebración solemne de la tradicional “Bajada” no estaba anunciada y sólo una minoría de personas tenían conocimiento de ello y se dieron cita anoche en la parroquia, entre ellos, algunos integrantes del Gremio de “Bajada”, custodios de la imagen y personas que cargarían el pesado cuadro religioso llegaron a la capilla guadalupana, primero se bajó la imagen de San Juan Diego, después la imagen de la Virgen de Guadalupe y rápidamente fueron metidos a la iglesia de la Natividad cerrándose de inmediato las puertas del recinto religioso.
Así de rápido se llevó a cabo la tradicional celebración con la que inician las festividades guadalupanas, que cada año duraban más de 42 días y noches con igual número de gremios con bailes y vaquerías.
Sin embargo, en esta ocasión por la pandemia las cosas fueron diferentes.
Por Carlos Chan Toloza