Hasta hoy no hay dictamen ni recursos para atender el problema de inundaciones del Paso Deprimido. Hasta que no esté completamente seca esta vialidad no se podrá saber cuáles son los daños estructurales. El alcalde Renán Barrera Concha insiste en pedir “cooperacha a los ciudadanos”, para los trabajos de reparación que requiera esta obra.
Reconoció que hay varias fugas de agua al interior de la construcción y que hasta ahora no han considerado ninguna otra estrategia de desagüe, ya que el manto freático no tiene más capacidad de absorción. Hasta ayer se pudo observar que la cantidad de agua sigue incrementando en este sitio, lo que genera demoras en el tránsito y molestia en los automovilistas que por ahí transitan.
“La verdad esto es muy pesado y bien estresante porque en nuestro caso, como plataforma, a algunos clientes se les cobra un poco más por el tráfico que se hace, esto genera molestias tanto al cliente como a nosotros, porque nos atrasa en el trabajo”, indicó un chofer.
El entrevistado condenó la omisión del municipio al no prestarle la debida atención a esta situación, “veo muy, muy mal que el Ayuntamiento no esté haciendo su trabajo, que hagan algo pronto, porque los policías hacen que todo tarde más, en vez de que haya un flujo continuo”.
Debido a que el Alcalde no ha podido darle una solución a esto, ni ha actuado para “tener una Mérida de 10”, como él mismo señala, reconoció el trabajador que no le gustaría que Barrera Concha vuelva a repetir en el encargo, quien en días anteriores expresó que le gustaría participar en la próxima elección, incluso sus mismas palabras se vuelven contra él cuando asegura que “la peor pandemia no es el COVID-19, sino la falta de solidaridad”, lo que pareciera que él no está teniendo con los automovilistas que por ahí transitan.
En lo que respecta a esta obra, el presidente municipal no da ninguna solución para que se pueda desaguar la vía con mayor prontitud, de hecho reconoció que ni él ni su equipo han considerado realizar alguna estrategia para trabajar en la obra y repite lo que siempre comenta, “no sólo se trata de cancelar una vía, sino de dar alternativas y no se ha descartado ninguna opción”.
Mientras tanto se prolonga el tiempo de reparación y las molestias siguen en aumento, particularmente en las horas pico, el intento de los policías por agilizar el tránsito en la glorieta ha sido una estrategia fallida desde la perspectiva de los automovilistas, que deben esperar y gastar más combustible al transitar por este cruce.
El suspenso para que esta vía pueda ser utilizada continúa, su reapertura es incierta, reconoce el alcalde que no hay una fecha, “posiblemente para el próximo año, yo no creo que podría ser para diciembre”.
Los automovilistas urgen al Ayuntamiento a atender esta vía, “se genera un tipo tapón, una aglomeración de los autos, afecta en el tiempo que se tarda aquí”, comentó un guiador que pidió el anonimato, mientras esperaba poderse incorporar a la Glorieta en el carril que va de Norte a Sur, debido a que los autos están varados en medio de este cruce sin avanzar ni dejar que otros puedan continuar con su camino.
Por Karla Regina Aguilar