Yucatán

Ruidos extraños y movimiento de cadáveres, situaciones usuales en el Semefo de Yucatán

Expertos señalan que contrario a lo que se piensa, el Semefo no es un sitio lúgubre o escalofriante.
Indican que para dedicarse a esta profesión hay que ser muy humano, ya que se convive con los muertos y con los vivos. Fotos: Martín Zetina. / POR ESTO!

Hablar a los fallecidos, “bautizar” y encariñarse con osamentas, escuchar ruidos extraños en las salas necropsias y hasta difuntos queriéndose levantar, son algunas de las situaciones que se viven de manera usual en el Servicio Médico Forense, para la gran mayoría de la gente podría ser una situación escalofriante o hasta paranormal, sin embargo, para las cerca de 20 personas que todos los días conviven con los muertos es normal.

Contrario a lo que se podría pensar el Servicio Médico Forense (Semefo), es un lugar tranquilo, lleno de paz y silencioso. “Aquí hay más paz y por lo menos los muertos no hablan mal”, indicó J.P.D., uno de los forenses con más de 20 años de experiencia.

El entrevistado, recordó que para dedicarse a esta profesión hay que ser muy humano, ya que se convive con los muertos y con los vivos.

“Nosotros tenemos la difícil tarea de llevar al familiar para que reconozca el cadáver de un familiar y a la vez tratar que el fallecido está lo más presentable posible”.

Aseguró que muchas personas piensan que el Semefo, es un lugar oscuro, donde espantan y que hay mala vibra, sin embargo, es todo lo contrario.

Otro de los entrevistados, aseguró que a la muerte no hay que tenerle miedo, sino respeto.

Aseguró que él acostumbra platicar con ellos, “no es que esté fuera de mis cabales”, sino más bien como una costumbre y a veces pareciera que me escuchan.

Explicó que una persona cuando tiene una muerte violenta tiene diferentes semblantes en el rostro, como miedo, angustia. “Nosotros hacemos que esto cambie”.

Indicaron que en más de una ocasión se escuchan ruidos extrañas en los quirófanos de las necropsias y en más de una ocasión durante la intervención los “pacientes” se han movido, sin embargo, no es porque se trate de alguna situación paranormal, que vayan a recobrar vida o que se conviertan en zombis, como sucede en series televisivas, sino que algunas veces son consecuencias de los gases.

Recordaron que hay fallecidos que mueven el abdomen, un dedo o un pie.

“Hace muchos años hubo una anécdota de un forense que ya no está, que aseguró que un difunto se intentó sentar, sin embargo, luego quedó inerte”, mencionaron.

Algunos cráneos encontrados en algún punto del estado los han bautizado por su peculiaridad, sin embargo, el más querido es uno localizado hace ya más de 10 años al cual lo llamaron Bertha.

Aseguraron que el trabajar con muertos es algo común, normal.  “A los que sí hay que tenerles miedo es a los vivos, los muertos son fieles, no hacen malas jugadas”, indicaron.

Por David Chan Caamal