En México se criminaliza y estigmatiza a quienes viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH); el miedo vive con ellos y en esos momentos, no solo necesitan aceptarse, sino priorizarse como ser humano, y darse la oportunidad de seguir adelante. Al menos es lo piensa y siente Ulises, quien hace 8 años despertó del coma después de seis meses, debido a la gravedad y el avance de la enfermedad.
De acuerdo con el boletín epidemiológico al corte del 21 de noviembre, en Yucatán se registraron 369 casos en lo que va del año, de los cuales, 314 corresponden a hombres en sus cuatro estadios clínicos, aunque teniendo una mayor incidencia en el primero, donde la infección puede ser incluso asintomática.
En palabras de Ulises, la vida le cambió 180 grados después de convertirse en portador. Comenta que trabajaba en un banco estadounidense en Monterrey, pero a raíz de la detección de la enfermedad lo pensionaron.
Fue hasta ese momento cuando empezó a buscar información sobre el VIH y, a pesar de que muchos de su generación murieron por este motivo, sostiene que no es una sentencia de muerte.
Señala que es posible vivir con VIH y sin miedo, pero se requiere de una alimentación variada y nutritiva, paz mental, acudir al psicólogo, ir al dentista… en términos generales, priorizarse. Sin embargo, explica que esto no es suficiente para no volver a reactivar el virus, pues es menester conocer los métodos de transmisión, así como el uso correcto del condón y sincerarse con las parejas sexuales.
Ulises, quien, a pesar de ser portador indetectable-intransmisible, es decir, que ya no puede transmitir el virus mediante el intercambio sexual, prioriza el uso del condón con su pareja.
Su diagnóstico le hizo pensar que sería muy complicado encontrar pareja, los miedos de transmisión rondaban su mente, pero ahora sabe que vivir con VIH no le impide abrazar, besar, compartir alimentos o su ropa.
Distingue que el VIH lo adquieres o lo transmites y pone de ejemplo que de COVID-19, en cambio, sí puedes contagiarte.
“El lenguaje es estigmatizante, hay mucha ignorancia, no es una palabra tan fea, si no estás adentrado en el tema, es importante abatir el lenguaje impreciso en las personas”, reflexiona.
Lejos de lamentarse por su condición, recalca que “si estás bien es por algo y para algo, para compartir con las personas”, y es lo que ha hecho en la Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal, A.C. (Unasse), donde hacen pruebas gratuitas para la detección de sífilis, hepatitis C y VIH.
Para ésta cuentan con dos pruebas: la de 4a generación, que funciona a partir del día 15 de la práctica sexual; y la de 3a generación, que detecta anticuerpos después de 90 días de la práctica de riesgo. Los resultados se dan en 15 minutos, y brindan una consejería previa sobre las vías de transmisión, incluso después de conocer el resultado.
Asegura que en la asociación brindan acompañamiento a quienes lo requieren sobre los posibles cambios en su vida y cómo poderlos sobrellevar, y cuentan con un grupo de discusión sobre VIH, ya que los procesos son distintos en mujeres, hombres, y trans.
“Todos tenemos derecho a nuestra sexualidad”, indica.
Además, refirió que los jueves de 7 a 8 de la noche transmiten es espacio Convihviendo con VIH, a través del Facebook de la asociación, incluso reconoce que las “personas con VIH tenemos más organización y me da a pensar que no es así con otras enfermedades como la diabetes u otras crónicas”.
Reconoce que en el sector público de salud los tratan con estigmatización, puntualizando que “no permiten que las personas con esta condición tengamos los mismos derechos, se niegan a vernos y prefieren ignorarnos”.
A pesar de que le brindan los medicamentos a través del Seguro Social, la situación para quienes no tienen esa prestación es un poco más complicada, debido a que el Insabi brinda el tratamiento gratuito, pero cualquier otra enfermedad que llegara a surgir como consecuencia del debilitamiento del sistema inmunológico, propio de este padecimiento, no es atendida conjuntamente.
“Todo el sector salud está enfocado al COVID-19, así las demás enfermedades han quedado en segundo plano y veo mal que las estén dejando de lado”, indicó.
De los estados de la República con mayor número de contagios, acorde con cifras del tercer trimestre del 2020, Yucatán se encuentra en el lugar número 3, únicamente detrás de Colima y Quintana Roo.
El incremento de casos ha sido importante ya que, en 2017, la Entidad ocupaba el lugar número 6 del listado nacional, lo que significa que el Programa Estatal para la Prevención y Control del VIH, SIDA e Infecciones de transmisión sexual ha sido rebasado.
Por Karla Regina Aguilar