Yucatán

Progreso enamora a matrimonio belga y deciden quedarse a vivir

Comentaron que en un principio vivieron en Playa de Carmen y después Cancún, pero dijeron mudarse a la Progreso por la inseguridad que y el costo de la renta.
Fotos: Abraham Baeza

Han pasado once años desde que el matrimonio de Isabel Debo y Jim Decerf se instaló en la playa de Progreso, originarios de Bélgica, esta pareja ha prosperado con el negocio gastronómico y artesanal.

A más de una década del viaje, todavía recuerdan cuando atravesaron el Atlántico Norte en un recorrido de ocho mil kilómetros.

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“Nos sentimos orgullosos de lo que se ha logrado y se viene haciendo, pese al mal momento económico que se vive actualmente, nosotros seguimos luchando por sobrevivir”, expresó Isabel Debo.

La oriunda de Bélgica comentó que México los enamoró desde el primer momento, “llegamos en calidad de visitantes y años más tarde decidimos regresar para quedarnos, tuvimos que vender todo en nuestro país para emprender esta aventura de la que nunca nos hemos arrepentido”.

A su llegada probaron suerte en Playa del Carmen y Cancún durante nueve años; sin embargo, la inseguridad y el precio de la renta los hizo mudarse a  Progreso.

“Un viejo conocido nos habló muy bien de la playa en Mérida, nos dio buenas referencias, desde hace un par de años llegamos y nos sentimos a gusto en este lugar”, subrayó.  

“En la primera ciudad levantamos un negocio gastronómico, ahora que estamos en el puerto somos comerciantes de ropa artesanal y artículos de playa. Tenemos desde vestidos, pantalones y blusas, así como calzado y variedad en recuerdos”, detalló que algunas prendas son de su confección.

En cuanto al difícil momento económico dijo: “complicado y hasta el momento seguimos batallando para sacar el negocio a flote, cuando la playa cerró sufrimos porque los cruceros dejaron de llegar con turistas extranjeros y nacionales”.

Jim Decerf destacó que: “nos agrada Progreso porque aquí hay seguridad y tranquilidad. Por el momento las cosas no pintan como queremos por la pandemia, pero no perdemos la esperanza de levantar el negocio”.

Concluyó diciendo que no ha vuelto a su país desde que arribaron a México, y es su familia la que suele visitarlos, pues el clima aquí es mucho más agradable que en Bélgica.