Un día antes de la Nochebuena, las puertas de las áreas de emergencias del Hospital Agustín O´Horán y el Juárez del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), no fue diferente de lo que se ha observado desde hace semanas atrás, donde familiares esperan saber de un paciente o ingresar a un ser querido, algunos por el COVID-19, otros más por diversos padecimientos.
Mario Escobedo, quien se encontraba a las puertas del Hospital Juárez, contó que debido al coronavirus no se puede visitar a los familiares, únicamente les compartes tu teléfono personal y te llaman dos veces al día para informarte el estado de tu pariente.
En su caso, se encontraba esperando a su papá, pues el domingo sufrió una quemadura y, al ser diabético, una lesión como esa es de riesgo, por lo que acudieron para que fuera ingresado y le brindaran la atención necesaria.
Sin embargo, el día de 22, en uno de los informes, le avisaron que tendrían que trasladar a su padre a la T1 con el fin de hacerle una valoración y determinar qué prosigue, por lo cual, le solicitaron estar disponible para el momento del traslado.
Hasta ayer, aproximadamente a la 1:00 de la tarde, continuaba esperando, por lo que desconocía si finalmente le darían de alta a su papá o le realizarían una cirugía, “estamos en la incertidumbre de lo que dictaminarán los médicos”.
Por otro lado, también Gilberto Hernández se encontraba a la espera de su progenitora, quien fue ingresada el día 22 luego de que se le inflamó el pie, lo que le ocasionó calentura y luego de varias visitas a doctores, sus familiares decidieron ingresarla.
“No me han dado más que dos avisos, en uno me dijeron que ya está el alta, pero aún no sale”, comentó.
Luego de la buena noticia sobre el alta de su madre, Gilberto se encontraba en las puertas del hospital esperando por reencontrarse con ella y pasar juntos las festividades de estos días.
Asimismo, en el Hospital O’Horán se presenció el encuentro de unos hermanos, uno de ellos sufrió una lesión en el brazo y acudió a urgencias. Salió con el brazo enyesado, pero con una gran sonrisa en el rostro, aunque aparentemente tendrá que someterse a una cirugía posterior, pero por lo pronto podrán pasar la Nochebuena y la Navidad juntos.
Mismo fue el caso de un papá que, sentado en la banqueta del hospital, esperaba a su hija que ya llevaba 15 días hospitalizada; pero que esperaba que pasaran las fiestas juntos, pues le habían avisado que su niña podría salir ese mismo día.
Iván también comentó que su familiar saldría este 23 y que podrían regresar a casa para festejar juntos.
Por otro lado, Lucía Hernández, enfermera del mismo hospital, pero en el área de oncopediatría, aseguró que desde hace bastante tiempo cuentan con las quimios para los niños y actualmente las están aplicando.
Sin embargo, ella no celebrará estas fiestas, aunque seguramente cenará en casa con su familia, luego de su jornada laboral.