Yucatán

Albergue para animales asila a más de 70 mascotas en Progreso

Entre los animales que viven en el refugio son 47 perros, 12 gatos, cinco tortugas, tres zarigüeyas, dos murciélagos y una garza.
Foto: Darcet Salazar

Wendy Brito, rescatista de animales en situación de calle, dedica su vida a atender el albergue que con mucho esfuerzo y sin ayuda de ninguna dependencia municipal ni estatal o nacional, ha levantado para refugiar a no solo perros y gatos, sino también a otras especies.

“Aquí en mi casa, que tengo acondicionada como albergue para los animalitos, viven 47 perros; 12 gatos, cinco tortugas, tres zarigüeyas, dos murciélagos y una garza que viene de vez en cuando a comer, sin contar con las palomas y aves que bajan a tomar agua y comer todos los días”, dijo.

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Comentó que ella se ocupa de todos los gastos de las mascotas pues no recibe ayuda del gobierno.

“He pedido ayuda al Ayuntamiento de Progreso, pero me la negaron por no estar a favor de ningún partido político, sé que tienen un dinero destinado a la causa, pero realmente no me llega nada de ayuda, mi sueldo íntegro se va a mis animales, mi esposo cubre los gastos de nosotros y yo trabajo para mantener el albergue”, señaló.

Brito comentó que el departamento de Ecología del puerto no cuenta con el espacio suficiente para tener a los animales porque solo tiene aproximadamente diez jaulas para albergarlos y estos le hablan a ella cuando tienen sobrecupo.

Dijo que durante la candidatura del ahora alcalde Julián Zacarías Curi, protectores de animales de la ciudad caminaron con él, pues les prometió apoyarlos en todo, así como también construir un albergue con mucho espacio e insumos para los animales callejeros y sus dolencias, pero que al ser electo se olvidó de todas las promesas y no cumplió con nada.

La rescatista dijo que algunas personas le han apoyado en especie, u otros médicos veterinarios con emergencias con las mascotas.

“Cuando pido donaciones siempre reporto en redes sociales cuánto se gastó, muestro comprobantes y muestro todo el proceso de la cirugía y rehabilitación, y si hay algunos mal pensados que creen que me quedo con el dinero restante, cuando realmente se le devuelve a quien haya llevado la ayuda”, aclaró.

Expuso que los gastos del refugio solo en alimentación ascienden a más de tres mil pesos semanales, sin contar con los gastos imprevistos por enfermedades o accidentes.

“Ya vendí todas mis cosas, mi sala, mi comedor, herramientas de trabajo y muchas cosas más, pero ya no tengo nada que vender y hay días que no tengo dinero y tengo que ver cómo darles de comer a ellos que son como mis hijos”, lamentó.

Wendy abundó que toda su familia le apoya con su labor de proteger a los animales y darles una mejor calidad de vida y también a canalizarlos para una adopción segura y responsable.

“Mis hijos y mi esposo siempre están al pie del cañón conmigo, mi hijo el más grande me ayuda a las curaciones menores y mis dos hijos más pequeños en alimentarlos, bañarlos y todo lo que haga falta, y para darlos en adopción siempre hay filtros que pasar y en dado caso que se dé, recordarles que, si más adelante no quieren al animalito, que me lo regresen, aquí siempre estará su casa”, mencionó.

El refugio cuenta ahora con más de 70 inquilinos, de los cuales más de 85 por ciento son permanentes, pues no son aptos para una adopción y del 15 por ciento restante, que son los más pequeños, es cuestión de tiempo para que se vuelvan permanentes, porque el número de animales sigue aumentando por la falta de conocimiento y el fomento a la esterilización.

“Mientras yo pueda y tenga, haré lo posible por sostener este lugar y a mis animales, hacemos rifas, ventas y todo lo necesario para recaudar fondos y salvar a más pequeños de la calle”, finalizó.

El refugio se encuentra en la calle 35, por 72 y 74 del centro de Progreso, es una casa particular.

Por Darcet Salazar