Yucatán

El Mito del Separatismo Histórico de Yucatán

Janitzio E. Durán Castillo

Quienes hace algunas décadas atrás tuvimos oportunidad de realizar estudios de postgrado y maestría docente en la Ciudad de México, en la ya histórica y prestigiada ESCUELA NORMAL SUPERIOR, única existente en todo el país en aquel entonces, y después de superar un filtro para lograr una beca con la presentación de un examen de admisión para posteriormente elaborar ensayos y proyectos y legitimar nuestros estudios con maestros en las diversas especialidades, tales como Arqueles Vela, Arquímedes Caballero, Ermilo Abreu Gómez, Luis Alvarez Barret, Sotelo Inclán, Agustín Cué Cánovas, Porfirio Muñoz Ledo, Víctor Hugo y Raúl Bolaños Martínez, Vicente Saénz, Herrera y Montes, Mastache y Román, Miguel León Portilla etc., a los que se sumaban otros de origen español venidos como refugiados de la “Guerra Civil Española”, no menos cultos, todos con una bibliografía de la que eran sus autores, y de quienes siempre obtuvimos comprensión e interés por sus enseñanzas, a todo lo anterior, y como era la única Institución Superior del Magisterio que recibía de todo el país a maestros aspirantes a obtener mejor preparación profesional, fue ahí cuando por primera vez escuché de otros compañeros preguntarme, si procedía de la “Hermana República de Yucatán”, y dado el tono burlesco e irónico, en principio fui callado y posteriormente dedicado a investigar esta tonta e ignorante manera de juzgarnos a los peninsulares yucatecos con esta absurda falacia convertida en corrillo nacional.

Hace poco, y después de muchos años volví a escuchar esta frase circunstancialmente, con la seguridad de que por inercia y ya sin siquiera conocer su origen, dos emigrantes modernos procedentes de otras partes del país y seguramente ya radicados en estos lares, en plática personal y sin percibir mi presencia subrayaban su nueva “nacionalidad”. En estos tiempos y aunque para muchos “fuera a toro pasado”, reflexioné sobre esta experiencia y enseguida pongo a la muy amable consideración de los lectores, la siguiente cronología histórica, que nos permite a título personal juzgar etapas evolutivas de la Península Maya de Yucatán, por cierto la única geográficamente en el mundo que crece hemisféricamente hacia el Norte.

1.-Los horizontes o etapas del desarrollo de los mayas abarcan: arcaico, preclásico, clásico, postclásico e histórico, teniendo como inicio de la era maya 3113 A.C., y así, durante este último horizonte cultural, considerando la llegada de los conquistadores y la caída de Tenochtitlan en 1521 fuera su final.

2.- Según el Códice Boturini, Tenochtitlan se fundó en 1325 y con la caída y aprehensión de Cuauhtémoc el 13 de agosto del ya señalado 1521 culminó el Imperio Azteca, para iniciarse la etapa Colonial que habría de durar 3 siglos, razón por lo que en el próximo año 2021, los hispanistas seguramente clamarán la celebración de cumplirse 500 años (polémicos) de aportación cultural, muy a pesar de su brutal imposición para intentar desaparecer a las autóctonas.

3.- En la Península Yucateca, si consideramos a los tres Francisco de Montejo: padre, hijo y sobrino, que para 1528-29 iniciaran sucesivamente etapas de dominación, incluyendo la muy señalada “fundación de Mérida”, la antigua T’ho, nombre que todavía se conserva ya que así la identifican los actuales hablantes de la lengua madre, para preguntarnos si es correcto indicar ¿fundación? o ¿cambio de nombre?, o sea, si hasta 1542 se concluye dicha conquista, ya que para otros historiadores fue hasta 1548, como el año señalado para el total sojuzgamiento de los mayas penisulares, con una duración de más de 20 años en lograrlo.

4.- Durante la etapa Colonial, Yucatán en principio fue definida geopolíticamente en 1565 como una Capitanía General independiente del Virreinato de la Nueva España, ya que su dependencia era directa con la Metrópoli. Excepcionalmente, si se daba el caso de ausencia o cambio de Capitán General, el Virrey de la Nueva España emergentemente podía designar a un sustituto interino en tanto de España se enviaba al titular. En términos de administración, política, económica y militar Yucatán siempre fue independiente respecto al Virreinato de la Nueva España.

5.- En Yucatán, como Capitanía General, se sintieron los primeros síntomas de su Independencia, en lo particular a fines del siglo XVIII y principios del XIX, influenciado por las enseñanzas analíticas y filosóficas de Pablo Moreno en el Seminario de San Ildefonso de Mérida, mismas que darían lugar a batallas ideológicas, entre “Rutineros”y “San Juanistas”, estos últimos lidereados por el sacerdote Vicente Velásquez, dándose como producto las nuevas ideas para interpretar un humanismo derivado de los Enciclopedistas franceses y la Independencia de las Trece Colonias de Norteamérica. De estas inquietudes iniciales independentistas surgieron yucatecos de la talla intelectual de Andrés Quintana Roo y Lorenzo de Zavala, precursores y actores ideológicos en la consumación de la Independencia de nuestra Nación con el surgimiento de la República Federal en 1824.

6.- Como se notará, Yucatán siempre fue independiente de la Nueva España, sin embargo al surgir el Plan de Iguala y el acuerdo de Consumación de la lucha por alcanzar la libertad de la Nueva España, hecho marcado por la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México el histórico 27 de septiembre de1821, Yucatán con sus residuales Autoridades derivadas de su Capitanía General, vieron la oportunidad de su anexión a MEXICO, hecho que culminó, aún con la interferencia, al adelantarse con su famosa asonada como Primer Emperador de México del antiguo realista Agustín de Iturbide.

7.- Ya para 1824 y dando punto final al efímero “Primer Imperio”, siendo Presidente del Congreso Lorenzo de Zavala, meritoria y conjuntamente con Vicente Guerrero, Ramos Arizpe, Andrés Quintana Roo y una pléyade de “Liberales”, desde entonces así identificados, inclinaron la balanza a que por primera vez nuestro país fuera una República Federal, hecho histórico que reafirmó en Yucatán su acendrado sentido de pertenencia a nuestra naciente Nación.

8.- La República Federal surgía con la permanente oposición de los “conservadores”, así denominados dada su identidad reaccionaria a más de considerarse herederos de una casta social descendiente de la española, y con la separación y anexión de Texas de 1836-1838, siendo Presidente de México Antonio López de Santa Anna, en 1840 proclama apoyado de una “Junta de Notables” la conversión de México en República Centralista.

9.- En Yucatán y siendo Gobernador Don Santiago Imán, inmediatamente protestó y anunció su separación de la República Centralista, incluyendo una tácita actitud federalista, situación y movimiento que al prolongarse entre exaltados yucatecos dio lugar a la elaboración de una ya legendaria Bandera diseñada en colores y divisiones territoriales con 5 estrellas que representaban la división territorial y política peninsular de los Departamentos de Mérida, Izamal, Tekax, Valladolid y Campeche. Cabe señalar que este símbolo de nuestra “patria chica”, según registro de la crónica de aquellos tiempos incluyendo investigaciones actuales, solamente se izó una vez correspondiendo a la fecha del 16 de marzo de 1841.

10.- Santa Anna trató de someter a Yucatán, pero atemorizado del rumor de un masivo desplazamiento de sus pobladores en su contra, no le quedó más remedio que después de haberse erigido como Gobernador Peninsular, tener que retornar a la Ciudad de México, para proseguir con sus inconcebibles mandatos que pecaron de absurdos y que lo mantuvieron en el poder hasta 1847-48.

11.- En este año crucial para la historia Patria, nuestros vecinos del Norte, con el trazo de su política expansionita territorial y la aplicación de su “Doctrina Monroe” de 1821, se dio como resultado la eufemística denominada “Guerra con los Estados Unidos de Norteamérica”, que más obedecía a una agresión injusta dados los argumentos de su invasión y en la que nuestro país naciente, con el sacrificio de muchos mexicanos culminaron con la defensa heroica del Castillo de Chapultepec en 1847.

12.- Triste fue para nuestro país que el 16 de septiembre de 1847, tres días después del sacrificio de los “Niños Héroes de Chapultepec”, ondeara en el asta del Palacio Nacional, la Bandera de las Barras y las Estrellas invasora. De sus resultados también, después de negociaciones ventajosas y humillantes, la firma de la paz con los tratados de Guadalupe-Hidalgo de 1848, la Patria cercenada, perdió territorialmente más de la mitad de lo que originalmente había sido al fundarse como una República Federal, todo lo anterior teniendo como protagonista y responsable principal a Antonio López de Santa Anna.

13.- Ante estos resultados, para 1848 en todo México prevalecía un ambiente de decepción y escepticismo que incluyó la idea en algunos estados de su exclusión del pacto federal conque había surgido la República Federal, sin embargo en el caso de Yucatán y a pesar de que por coincidencia el 30 de julio de 1847, también estalló la rebelión indígena maya denominada “Guerra de Castas” que duró 51 años, su gobierno alentando la unidad nacional y con la formal huída de Santa Anna de la Presidencia, declaró su definitiva anexión a nuestra muy lastimada y humillada Patria, hecho en sí que demuestra a propios y extraños una lealtad de gran significado y de un alto contenido de identidad por su sentido de pertenencia.

Conclusión: ¿es justo endilgar históricamente a Yucatán en su concepción de Estado Peninsular el calificativo de separatista?, ¿por su desobediencia a la artera y caprichosa determinación de Santa Anna, al convertir la República Federal conque nuestro país había surgido como parte de la consumación de su Independencia, en una República Centralista y sujeta a la determinación de una “Junta de Notables” lidereada por un traidor?

Más aún, la Península de Yucatán conjuntamente con una parte del Petén y Belice, en su condición de Capitanía General durante toda la etapa colonial, territorial, administrativa, política y militarmente, no perteneció al Virreinato de la Nueva España y sin embargo voluntaria y patrióticamente realizó su anexión con la República Mexicana al consumarse su Independencia en 1821.