Roldán Peniche Barrera
La épica Séptima Sinfonía de Beethoven / La gran orquestación de Ravel en una obra de Mussorgsky
La Séptima Sinfonía que escuchamos el viernes por la noche en el Peón Contreras es una de las cuatro más grandiosas de la historia, no sólo de la personal de Beethoven, sino del entero universo. Ha dado más que hablar que otras muchas obras maestras de la literatura musical universal. Lleva, bien marcado, el estilo personal del Gran Sordo y en sus 4 movimientos nos transmite las líneas heroicas y emotivas tan propias de su autor.
En su presentación el 8 de diciembre de 1813, Beethoven se hallaba en uno de sus momentos más gloriosos en los que demuestra su enorme fuerza expresiva enfocando su arte a la batalla en la que Napoleón libera a los vieneses del sojuzgamiento de aquel que fuera alguna vez héroe admirado de Beethoven por su apasionada entrega a la Revolución y que después se coronaría emperador, desilusionando a sus miles de seguidores que vieron en él a un tirano y a un hombre dominado por la ambición.
La 7a. Sinfonía es todo: gran partitura en la que su autor nos despierta a una épica dimensión, una orquestación de gran calado, repleta de novedades con las que los clásicos no habrían soñado, el notable sentido humanista tan propio del compositor y un profundo conocimiento de los secretos técnicos de cada movimiento, de cada acorde, de cada nota que emociona nuestro espíritu. Domina a lo largo de la obra el gran sonido, la melodía inesperada, la grandeza total. Lo mismo disfrutamos el Poco Sostenuto. Vivace, que el lindo Allegretto, el enorme Scherzo: Presto y el Gran Finale: Allegro con brio. Lomónaco y la orquesta brillaron a sus anchas y consiguieron la gran ovación del público a la conclusión de la obra.
Cuadros de una exposición
Obra maestra de Modest Mussorgsky: un hombre entra a una sala de exposiciones y va recorriendo, uno por uno, los diferentes cuadros filosofando sobre ellos. La idea del autor es homenajear a su amigo pintor fallecido recientemente. En 1922, el compositor francés, notable orquestador, Maurice Ravel, determina orquestar la obra brindándole una nueva perspectiva y luminosas ideas. Fue una gran noche.