Yucatán

'¡Sale!” o '¡Dale!”, yucatequismo aprobatorio y entusiasta de alguna proposición; vulgarismos

Roldán Peniche Barrera

Yucatán Insólito

En numerosas ocasiones, los yucatecos empleamos en nuestro lenguaje cotidiano un montón de chatarra idiomática, quizás menos gruesas y menos obscena que la que se acostumbra en Alvarado, Veracruz y en cualquier parte de Guerrero, pero no menos humillante y afrentosa.

Voces de todos los días

Por lo general, estas palabras vulgares las escuchamos en los mercados municipales, los fumaderos de droga, la plaza grande y los parques que rodean la ciudad. Las usan los limpiabotas, los cocheros, la gente del hampa y las mentadas de madre gritadas a todo lo alto por los camioneros, basureros y demás gente de este jaez y el público que las escucha o presencia “le entra por un oído y le sale por el otro”, como reza la muy mentada frase tan escuchada en la península.

“¡Dale!”, un imperativo al que hay que obedecer

Bueno, no siempre se pronuncia en un estilo ofensivo, ya que puede tratarse de una invitación a una comilona de tacos, tortas, hot dogs o carnitas de Michoacán:

-¡Hey, Barrigas! -le grita el Gasolina al chofer de la policía municipal- ¿Pa’dónde vas, barrigón?

-¡Pa’donde yo quera ¿No te gustó?

-Oye, no te enfades con tu papote.. ¿Pos en algo te he ofendío?

-No, pero ese tu tono de perdonavidas ni me gusta pa’nada…

-Bueno, es que quiero que me acompañes…

-¿A dónde mi Gas?

-¿Pos a dónde crees? ¿A la iglesia?

-¡No! Pos tú di…

-¡Hombre, a echarnos unas tortas de chicarrones! ¿Qué te parece?

-Sí, tú ganas… ¡Dale!

¡Cuidado con los triglicéridos!

Por Jorge Parra Zapata

En nuestra entrega anterior, hablamos que los excesos en el comer y el beber podrían ocasionar muy serios daños a nuestra salud al incrementarse el colesterol malo (LSD) y los triglicéridos.

Hoy hablaremos en especial de los triglicéridos, en virtud de que los altos niveles de triglicéridos en la sangre pueden aumentar el riesgo de sufrir una embolia, independientemente de la cantidad de colesterol que uno tenga, ya que los triglicéridos exponen a las personas con problemas cardiacos a un mayor riesgo de sufrir embolias.

Los triglicéridos, al igual que el colesterol, pertenecen a la familia de las grasas o lípidos.

Los pacientes con un nivel alto de triglicéridos equivalente a 200 miligramos por decilitro, tienen un 30 por ciento de sufrir una embolia, sobre todo si padecen de la presión, tienen diabetes o fuman, sin embargo, el riesgo de sufrir una embolia se reduce cuando hay una buena cantidad de colesterol bueno (HDL), ya que éste se encarga de alejar a la grasa para ser metabolizada.

Se cree que las partículas de grasa, asociadas con los triglicéridos, forman los depósitos que eventualmente bloquean a las arterias ocasionando los ataques cardíacos y las embolias.

Entre los medicamentos muy recomendables para reducir los triglicéridos están el Lipitor y el Crestor, pero antes de tomarlos procure consultar a su médico.

En caso de que su nivel de triglicéridos esté muy elevado, debe hacer un cambio en su alimentación, evitando el alcohol, haciendo ejercicio y tomando agua.

El alcohol es alto en calorías y azúcares, consecuentemente, tiene un efecto altísimo en el incremento de los triglicéridos.

(Continuará)