Yucatán

Se acabó el negocio entre Infonavit e inmobiliarias

Angel Armando Alonzo Xacur, delegado del Infonavit en Yucatán, dijo ayer que esa institución ya no hará más “remates” de viviendas a inmobiliarias ni otorgará subsidios a desarrolladores de vivienda, sino directamente a los beneficiarios o bien al Instituto de la Vivienda de Yucatán (IVEY).

El funcionario señaló que, en la administración anterior, el Infonavit realizaba subastas de casas recuperadas, con lo que parecía que el fin del instituto no era dotar de casa a los trabajadores, sino quitársela para rematarlas a los empresarios inmobiliarios.

–Pero ahora ya no se hace así, están cancelados los “remates”, ya no existen ni van a seguir, aunque desde que salió una nota de que se van a vender 200 de las 400 casas recuperadas, todos los días recibo llamadas de inmobiliarios que quieren comprarlas, dijo.

“Ahí muere”

–Ahora sólo cuando el trabajador ya no puede pagar la casa la devuelve y “ahí muere”, pero esa persona ya no podrá obtener otro crédito por el quebranto que generó a la dependencia; no obstante, al menos dormirá con la conciencia tranquila y sin ningún problema, añadió.

–A partir de ahora, los beneficiarios que tengan problemas deben acercarse a la dependencia que les ofrecerá una alternativa para reestructurar su crédito; además, los que obtuvieron créditos en esta administración cuentan con un seguro de desempleo gratis y, cada mes, sólo cubren el 10 por ciento de su cuota completa; el seguro para la cantidad restante dura seis meses, con prórrogas hasta que encuentre empleo.

No hay venta o reasignación de casas

Reiteró que ninguna de las 400 casas recuperadas de trabajadores que adeudaban al Infonavit 48 meses o más van a ser vendidas, sino que serán reasignadas a otras personas; sin embargo, si los trabajadores las siguen viviendo porque todavía están en proceso judicial, tendrán preferencia para adquirir esa vivienda.

Admitió que este sistema todavía no está del todo definido y que más adelante se informará el mecanismo a seguir, ya sea que se reparen y se vendan, o se vendan como están, porque no hay un procedimiento para ponerlas en el mercado.

–Las tenemos, sí; se van a colocar, sí, pero cómo y cuándo, no lo sabemos todavía; hasta ahora hay 400 y van a salir más, pero habrá que hacer un procedimiento para ponerlas a nombre de la dependencia para que pueda disponer de los inmuebles, con la idea de que sean para los trabajadores que las necesiten.

Reestructuras e intereses elevados

Por otra parte, el delegado del Infonavit puntualizó que cuando una persona acude a reestructurar su crédito es porque tiene mucho tiempo sin pagar; como todo adeudo, todo lo que no se pagó se tiene que capitalizar; por eso aumenta la cantidad y se establece una nueva tarifa que muchas veces era preferencial, pero al modificarse ya no es posible regresar a ese nivel de pago, aunque se buscan las mejores opciones.

Cuando hay personas que deben 48 mensualidades o más se les visita e invita a reestructurar su crédito o convenio.

Programa benéfico

Una de esas opciones fue el programa de Responsabilidad Compartida, que culminó en diciembre del 2019, mediante el cual se premió a las personas que durante dos años consecutivos pagaron a tiempo sus mensualidades; a ellos se les dio la opción de pasar sus créditos de veces al salario mínimo a pesos, y una reducción o rebaja del 55 por ciento de su saldo, así como una tarifa fija, que sólo en algunos casos se elevó un poco para que no vuelva a convertirse en un crédito impagable y pueda pagar en el tiempo estipulado y sin lesionar su bolsillo, dado que la dependencia no puede cobrar más del 30 por ciento de lo que percibe el trabajador.

Aclaró que el programa no desaparece, sino que habrá una segunda etapa porque van a cambiar los requisitos iniciales que era haber pagado el crédito durante 15 años, tener 40 años cumplidos y no ganar más de cuatro salarios mínimos y que haya crecido su saldo en 1.5 veces, o sea, que debe más de lo que prestó.

Ahora se harán cambios, de tal manera que más gente pueda tener acceso a esa opción porque, al tener un descuento del 55 por ciento de su saldo, muchas podrán liquidar el crédito y así se benefician ambas partes.

Los subsidios

Alonzo Xacur explicó que el subsidio que otorgaba el Gobierno Federal no era para el trabajador ni para el Instituto, sino para los desarrolladores; como ejemplo dijo que si una casa costaba 380 mil pesos y el trabajador tenía un crédito de 300 mil pesos, el Gobierno Federal subsidiaba los 80 mil pesos restantes; ese sistema se eliminó y ahora, a través de la Sedatu, se da a los Institutos Estatales de Vivienda (IVEY, en el caso de Yucatán) para que construya casas en el interior del Estado para gente que no tiene ni Fovissste ni Infonavit.

En tanto que el Infonavit, con un Fondo de los Trabajadores, hace acciones y toma decisiones para apoyar a más personas y, en lugar de quitarles sus casas, los ayudarán a conservar su patrimonio.

Romper barreras

Subrayó que ahora, con los nuevos créditos, se van a romper muchas barreras para ayudar a más personas a tener una vivienda, sobre todo a las que por sí solas no les alcanza tener la vivienda de sus sueños, se pueden unir con otra persona para poderla comprar; esa otra persona puede ser del mismo sexo o que vivan en unión libre, como el financiamiento que se entregó la semana pasada a dos hermanas y uno más a personas que viven en unión libre; en otros Estados se han unido el suegro y el yerno, primos, papá e hijo, madre e hija, etc., inclusive jóvenes de otras partes del país que vienen a estudiar a Yucatán y que rentan casa, la pueden adquirir uniendo los créditos de varios padres, con la ventaja de que después la pueden vender o rentar cuando concluyan de pagar el crédito y poner fin a la alianza.

Bajos salarios

Por último, dijo que esas alianzas se deben a que la gran mayoría de los trabajadores están registrados con el salario mínimo, al menos en Yucatán, por lo que no es el Infonavit el que no les otorga un crédito suficiente, sino la parte patronal y por eso sus créditos no alcanzan para comprar hoy una vivienda, aun cuando en realidad ganen cuatro salarios mínimos. Otra opción es el Cofinavit, que si la persona demuestra que tiene otros ingresos, a través de la banca, puede obtener un crédito más grande o bien esperar un poco, pues más adelante podrán unir sus créditos hasta cuatro o cinco personas, pero tiene que ser el primer crédito.

(Víctor Lara Martínez)