El Carnaval de Mérida ardió ayer en el “Martes de la Batalla de Flores” que despidió las fiestas en honor a Momo, no sólo porque las comparsas y algunos de los invitados derrocharon alegría y diversión durante todo en el derrotero, sino también por el intenso calor que se dejó sentir y porque prácticamente se habría podido freír un huevo en el candente asfalto.
Los meridanos despidieron ayer las carnestolendas en el último día de los desfiles y sólo restará hoy enterrar a Juan Carnaval; pero así como reinaron la alegría y la algarabía, también hubo novedades y marcadas ausencias, en especial de edecanes que todo el mundo esperaba, pero que no las hubo. Sin embargo, la no cosificación de las mujeres también fue valorada por muchos.
De los ausentes anotamos también a “Jacarandoso”, que no estuvo en el desfile del martes.
Vila con su familia
De las novedades en la jornada de ayer fue la presencia del Gobernador Mauricio Vila Dosal, quien llegó al festejo en compañía de sus hijos, ya que –según dijo– éstos le pidieron ir al Carnaval; el mandatario aprovechó para acudir al festejo y convivir con la gente.
Se trató de un hecho inédito porque al menos en la historia reciente, en los últimos 30 años, no hay registro de un gobernador que haya acudido al Carnaval de Mérida.
Vila Dosal llegó acompañado por sus dos hijos y alguna de sus asistentes, nada más. Con sencillez caminó hacia su palco, el cual por cierto estaba como a cien metros de la zona donde se colocó el alcalde Renán Barrera Concha, anfitrión del evento.
Y como llegó varios minutos antes de que arrancara el desfile, incluso mucho antes de que llegara Barrera Concha, el Gobernador se la pasó largo rato saludando a la gente e incluso se permitió repartir chicharrones y palomitas entre los pequeños y la concurrencia. El ganón fue el chicharronero que prácticamente vendió todo lo que traía, porque Vila Dosal repartió en total 103 bolsas de garnachas, aunque le salió barato porque sólo le cobraron 500 pesos.
Aseguró a los medios que el Carnaval es un festejo de suma importancia, además de que sigue siendo totalmente familiar.
Diversión, no trabajo
Algún reportero le preguntó sobre la ampliación del Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, que será inaugurado hoy, pero el mandatario le sacó la vuelta y dejó en claro que no estaba en el lugar para chambear, sino para disfrutar del Carnaval.
El alcalde Renán Barrera llegó un rato después al sitio y con ánimo lanzó varios botellones al público. En su andar llegó hasta donde se encontraba el Gobernador y sin más se saludaron.
Por el festejo sacaron la casta las comparsas de las colonias como la Mulsay, la Vicente Solís y la Díaz Ordaz, así como grupos como Pasión Latina y Guerreros Mayas. Ahí estuvo también en uno de los carros alegóricos el Mago Frank y su famoso Conejo Blas.
Destacó también la presencia del carro de la diversidad sexual y algunas comparsas que ondearon también la bandera multicolor, con lo que esta vez tuvo presencia este sector que por años había estado relegado del Carnaval de Mérida. Incluso un travesti se bajó en el sitio donde estaba el alcalde Barrera Concha y le entregó una flor.
Maribel, bien cuidada
El calor y el asfalto hirviente, debido a los 36 grados, con sensaciones térmicas más elevadas, marcaron el recorrido de ayer que, a pesar de sus ausencias, generó el derroche de alegría, gracias a los de a pie, las comparsas, los del pueblo, que no se amilanan.
Algunos de los invitados también sacaron la casta y elevaron un poco el nivel del festejo de X’Matkuil. No tanto el actor Marco Tostado, que para muchos sólo en su casa lo conocían, pero sí Yahir Othón Parra y la eterna Maribel Guardia.
Ambos derrocharon sencillez, saludaron, lanzaron juguetes y en su momento se acercaron a saludar al alcalde.
Pero la que dio una cátedra de cómo acercarse sin mayor reparo a la gente fue Maribel Guardia. Escultural como sólo ella a sus 60 años, iba a bordo en un carro alegórico al final del contingente, pero a unos 200 metros de llegar a la zona donde estaba el alcalde el vehículo se descompuso.
La mujer, sin reparo alguno, se bajó de carro alegórico y señaló que para ella no era mayor problema, y bajo el sol y sobre el asfalto hirviente caminó ataviada con plumas de color azul y un atuendo brilloso, como de diamantes.
Por un largo tramo caminó saludando a la gente, como si el sol y el calor no existiera, convivió con la gente, se tomó fotografías e incluso cargó a uno que otro bebé. Caminó unos 200 metros lanzando besos hasta donde estaba el munícipe, con la gente encantada de ver a la actriz y cantante.
Los más encantados fueron los de la Policía Municipal de Mérida que se dieron a la tarea de rodear a la actriz para cuidarla de cerquita para que nada le pasara. Hasta el jefe de la Policía Municipal, Mario Arturo Romero Escalante, apareció “muy comprometido” para participar en esta labor.
La actriz pasó de largo por la zona donde estaba el Gobernador Mauricio Vila Dosal, pues evidentemente nadie le avisó que él estaba ahí, por lo que no lo saludó y se dirigió hasta donde estaba el alcalde de Mérida.
Baño de pueblo
Barrera Concha se bañó de pueblo, pues llegó al Carnaval a bordo de unidad de transporte púbico de la Alianza de Camioneros, que abordó en la calle 69 entre 58 y 60 del Centro.
Cabe destacar también el papel que hicieron los reyes del Carnaval “Paola I” e “Isaac I”, lo mismo que los reyes infantiles y los reyes con discapacidad.
Según cálculos de la Policía Municipal, a las 4 de la tarde habían llegado al festejo más de 200 mil asistentes. El desfile empezó alrededor de la 1 de la tarde y concluyó dos horas después.
(David Rico)