Yucatán

Cruceristas disfrutan la Batalla de Flores

PROGRESO, Yucatán, 25 de febrero.- Tanto los pasajeros como la tripulación del Carnival “Dream” interactuaron y disfrutaron el Martes de Carnaval en este puerto, como un sueño, que hoy se les volvió realidad.

Se sumaron a un mar de gente que llenó desde temprana hora las playas de este puerto, ante la celebración del Martes de Batalla de Flores por el Carnaval, y el clima colaboró para una celebración de primer nivel, el más importante de toda la costa del Estado.

Miles de personas llegaron de diversos lugares, y se recibió además a los pasajeros del crucero Carnival “Dream”, que llegó con 4,223 pasajeros y 2,066 tripulantes, y de inmediato se armó la fiesta playera.

La nave de recreo llegó a las 08:45 horas desde Cozumel y partió a las 18:00 horas hacia Galveston, Texas, ya bien gozadas y bailadas, ante el derrotero de los carros alegóricos.

Familias y parejas se dispersaron a lo largo y ancho de la playa, perdiéndose entre el mar de gente local y nacional que llegó para despedir las fiestas dedicadas al dios Momo.

Ahora no se podían quejar, ya que tanto comerciantes como prestadores de servicio reportaron buenas ventas, pero no gracias a los cruceristas, quienes principalmente dieron provecho a masajes y a los restaurantes del malecón, sino gracias a que les compraron los visitantes locales y nacionales.

El “Callejón del Amor” fue una de las atracciones, y sobre todo las artesanías locales, unos compraban ropa y otros artículos de piel y donde todos tenían tatuadas una sonrisas en la cara. Los paseos en banana fueron solicitados, y la diversión se elevó a la máxima potencia.

Los comercios de autoservicios estaban cerrados, controlaban el acceso elementos de seguridad, y se dio la presencia de muchos jóvenes y niños que ya mañana retornarán a clases.

Dos niños lucieron orgullosos sus toallas de tiburón y las bellezas locales no se dejaron apantallar por las cruceristas, los disfrazados de mujer aprovecharon a lo máximo, para que afloren sus sentimientos resguardados y los visitantes distinguidos se intercalaron con la población.

(Texto y fotos: Alfredo Canto May)