Yucatán

El despertar de las mujeres mexicanas

Ana María Ancona Teigell

“Si el feminismo no fuera tan potente, la gente no se esforzaría en menospreciarlo.”

Jessica Valenti

El 8 de este marzo las mujeres de México conmemoraron el Día Internacional de la Mujer, con marchas masivas en todos los Estados de la República Mexicana. Nunca nos imaginamos ver a miles de mujeres en las calles y un millón más o menos en la CDMX. Esto nos demostró el despertar de las mujeres mexicanas, su hartazgo ante tanta corrupción, impunidad e indiferencia de las autoridades y gobiernos que están permitiendo que nos estén matando.

Aquí en Yucatán salieron a las calles alrededor de cinco mil mujeres que desde el Monumento a la Patria, hasta el Remate y Palacio de Gobierno, marcharon en paz, exigiendo que se cumplan las leyes y se haga justicia. Lo que más llamó nuestra atención es la cantidad nunca antes vista de adolescentes que clamaban justicia para Ema Gabriela Molina Canto, víctima de feminicidio a las puertas de su casa el 27 de marzo de 2017 y cuya imagen fue la que presidió la marcha. Muchas jóvenes se acercaron a Doña Ligia Canto Lugo, mamá de Gaby, para abrazarla, para unirse al grito de ¡justicia para Gaby!, diciéndole: “estamos con usted, no está sola, la vamos a apoyar, avísenos cuando necesite que la acompañemos en otras marchas.” Creo que, para esta madre y guerrera incansable, fue un bálsamo de amor y fraternidad que todas estas adolescentes le brindaron uniéndose en un solo corazón. ¡Justicia! para Andrea, víctima de intento de feminicidio a manos de su expareja Cristian, el karateca, que casi la mata a golpes, sin que los jueces federales tomaran en cuenta las graves lesiones que presentaba en todo el cuerpo y cuyo delito fue reclasificado por ellos a lesiones y violencia familiar, dejándola en total indefensión, porque al ser un delito menor, puede salir bajo fianza. Esperemos que no, porque ya les demostramos que no estamos dispuestas a permitir la impunidad que deja libres a los agresores exponiendo la integridad física de las víctimas que viven aterradas de que las puedan matar si los liberan.

Esta fue una marcha por todas las mujeres de nuestro Estado y de México, que han sido víctimas de feminicidio o que han sobrevivido a estos intentos, violencia intrafamiliar. Solidarizarnos con sus familias e hijos que han quedado en la orfandad y nuestro gobierno los ha dejado en el olvido, desamparados, a la deriva, porque no son prioridad para ellos, porque la preservación de lo más valioso que tenemos: “la vida”, no está escrito en su agenda de gobierno como lo más importante para defender. Que sepan que hay muchas voces que las van a tener presentes los 365 días del año, que no sólo es un día, sino todos.

Ver ese mar infinito de mujeres en la Ciudad de México, nos llenó de luz y esperanza, nos unió como mujeres en un solo grito: ¡Ni una más!, ¡Ni una más!, ¡Ni una asesinada más!

El 9 de este marzo, el paro de mujeres contra la violencia machista, para exigir un alto a la violencia de género que diariamente se ejerce contra nosotras, dejó calles vacías, trabajos, colegios, hogares, se hizo sentir, porque nunca nos imaginamos ver algo así. Según datos recabados, 200 mil escuelas se quedaron sin estudiantes, cientos de bancos sin operar y pérdidas millonarias, ya que repercutió en todos los sectores, educativos, financieros, comerciales y muchos más.

¡Ya despertamos! Ya no nos engañan, ya no les creemos, ya no confiamos ni en nuestro presidente, ni gobernadores, ni autoridades. ¡Aquí estamos! Unidas, para cuidarnos las unas a las otras y vigilar que se haga ¡justicia!

Ahora ya saben de lo que somos capaces de hacer, sin violencia, porque los destrozos los hacen los grupos de choque e infiltrados que manda el gobierno u otros partidos políticos para desacreditar a las verdaderas feministas que marchan en paz, gritando consignas, pero en paz.

Y para los que nunca entendieron lo del 9 de marzo, nos ausentamos porque las asesinadas no salen a las calles, ni van a trabajar, ni se hacen cargo del hogar. Por todas ellas fue nuestra ausencia. Para que valoren el papel tan importante que las mujeres desempeñamos en todos los ámbitos y dejen de asesinarnos (a mujeres, adolescentes, niñas y a las bebés de meses). Podemos paralizar y desestabilizar a todo México, porque las que nos mueven son ellas, nosotras, porque entre todas, estando unidas, ya nada, ni nadie nos detiene.