Yucatán

El coronavirus mata… cuidémonos los unos a los otros

Ana María Ancona Teigell

“El sabio puede cambiar de

opinión. El necio nunca.”

Immanuel Kant.

Pareciera que México no está dispuesto a tomar en cuenta que por la irresponsabilidad de los habitantes de Italia y España, los países más afectados de Europa, el coronavirus explotó como una bomba atómica y comenzó a propagarse como la pólvora. No lo tomaron en serio, seguían saliendo a las calles, a los bares, restaurantes, porque sólo había unos cuantos casos.

Pero un día, como una epidemia, las personas comenzaron a caer enfermas, las cifras eran alarmantes, los centros de salud ya no se daban abasto y hoy Italia tiene a dos mil personas contagiadas cada día y se dice que seguirá en aumento. Más de mil muertos y 15,000 casos detectados en su territorio.

En España ya hay 309 muertos y más de 9,101 personas contagiadas, todos están cerrando fronteras y están quedándose en sus casas porque es la única forma de no ser contagiados.

Las noticias de última hora ya dijeron que la Unión Europea cierra todas sus fronteras exteriores durante treinta días.

Si el Gobernador de nuestro Estado, Mauricio Vila Dosal, ya cerró colegios y universidades, es porque las cifras de infectados del coronavirus son más altas de lo que pensamos. Vamos a ayudar a nuestro gobierno y al sistema de salud quedándonos en casa, salir sólo al supermercado si es necesario o farmacia. Tomemos conciencia de la gravedad de este virus y vamos a cuidarnos los unos a los otros. Si me quedo en casa y estoy contagiado, evito contagiar a otros y viceversa. No es fácil y más si hay niños, pero de cada uno de nosotros depende que evitemos muchas muertes o nosotros acabemos muertos.

No podemos ser tan irresponsables llevando a los niños al parque, a las playas, al cine, para que se distraigan. Hay que ser creativos y jugar con ellos, buscar la manera de entretenerlos, porque nos esperan de dos a tres semanas difíciles donde los contagios aparecerán por todas partes.

No se trata de alarmar, ni crear miedo, ni compras de pánico que lo único que hacen es que un reducido número de personas tengan en exceso todo lo necesario para desinfectar sus casas y dejen a la mayoría sin ninguna protección. Hay que controlar este sentimiento egoísta, llevar lo que una familia necesita para tres semanas y no desabastecer los supermercados. Hay que pensar en los demás.

Esto no es un juego, ni una simple gripa o catarro, este virus hay que tomarlo muy en serio y seguir al pie de la letra todas las indicaciones que nos den nuestro gobierno y las autoridades de salud, si no queremos ser una estadística más. Esto apenas está comenzando para nosotros y podemos ayudar mucho quedándonos en casa, nadie sale, hagamos un toque de queda en cada hogar de Yucatán. Lavarnos las manos constantemente, tomar agua de limón, ya que éste es una fuente natural de vitamina C que refuerza el sistema inmunológico, hacer gárgaras con agua tibia y sal, tomar cada quince minutos agua o limonada ya que si el virus está en la garganta antes de irse a los pulmones se vaya al estómago donde los ácidos lo matarán. El calor no mata al virus y menos en lugares húmedos, si una persona infectada se sienta en una silla y tose, se levanta y se va, el virus puede vivir 19 horas y se queda impregnado en el asiento, la siguiente persona que se siente se le impregna en la ropa y se contagia.

Lo que hagan los otros es asunto suyo, esta es nuestra oportunidad para demostrarnos que somos solidarios y que amamos la vida, la tuya, la mía y la de los demás.