Roger Iván Aguilar Cachón
Muchas veces somos ajenos a los dichos y a las consejas populares, parece que se encuentran en la realidad ajenas a nuestros deseos y posibilidades. El de la letra ha usado, en muchas ocasiones, algunas de ellas, pero nunca, hasta ahora, se había percatado de la importancia que algunas de ellas pueda tener.
El tener una segunda oportunidad, cuán ajena se encuentra entre nosotros hasta que algo nos ocurre y nos vemos en la necesidad de plantearnos de nuevo cuál es el fin de nuestra vida. Una segunda oportunidad, ¿para qué? Esta ha sido una pregunta que me ha estado rondando desde el domingo pasado cuando tuve un accidente de tipo cardíaco (llámese infarto) y donde la vida del de la letra estuvo comprometida. La vida cambia de un momento a otro. Qué tan cierto es y hoy lo puedo corroborar cuando se dice que nadie tiene comprada su vida y ésta está en manos del Creador, Señor, Dios o como pueda denominarse al Ser Supremo.
La vida cambia y nos da una segunda oportunidad, una segunda oportunidad pare ver la vida de otra manera, muchos de mis caros y caras lectoras tendrán opiniones diversas al respecto, pero creo que esta segunda oportunidad que la vida me da, solamente ha sido posible, primero, a los designios del Señor, ya que me permitió llegar hasta una clínica para ingresar de urgencias (domingo 8 de marzo) y poder ser atendido de manera pronta y por la tarde ser intervenido, primero gracias al buen diagnóstico de mi buen (hoy ya formará parte integral de mi vida) cardiólogo Rubén Yza V., y de las adiestradas y experimentadas manos del cirujano especialista en cateterismo y cardiólogo Rubén Alejos Mex, quien de manera pronta y exitosa realizó en el cuerpo (llámese arterias) del de la nota un exitoso cateterismo implantando en ellas dos stent para reforzar la principal.
Es importante destacar la presencia familiar, en caso particular de mi esposa (Lupita), de mis hijos (Paola y Hugo quienes madrugaron ante la noticia), que siempre están atentos a las necesidades de la familia y de mi yerno Gustavo, quienes siempre estuvieron conmigo desde las 8 de la mañana hasta que terminó el procedimiento del cateterismo aproximadamente 9 de la noche –no debo dejar a un lado la presencia de mi hermano Carlos, quien, como médico, estuvo al tanto en todo el proceso de mi tratamiento.
La familia es un elemento importante en estos casos en particular y en muchos en general, y en muchas ocasiones uno no se da cuenta de lo favorecido que se debe estar, como en el caso del de la letra, de tener a dos suegros, que aunque no he sabido manifestarle el cariño que por ellos siento, siempre han estado presentes en los momentos importantes de mi vida, y en particular en el pasado evento, desde esta tribuna les doy las gracias a Papá Lol y a Mamá Carmita.
Una segunda oportunidad para realizar una introspección, y ver qué cosas debemos hacer, los cambios necesarios para poder vivir de manera sana y sobre todo ser feliz y hacer feliz a las personas que están de nuestro lado, nuestra familia, suegros, esposa, hijos y hermanos. Hay que hacer cambios en la vida para salir adelante y poder tomar y aprovechar esta segunda oportunidad.
Importante resulta el tomar una decisión en el trabajo, el de la letra pensaba que sería fácil poder llegar a los cuarenta años de servicio para recibir la famosa medalla de oro y el estímulo económico correspondiente, y más cuando faltan solamente dos años para lograrlo. Pero ante el evento anteriormente mencionado y ser uno de los detonantes del mismo, el estrés causado por el trabajo diario, es necesario repensar en la posibilidad de acortar la espera y tomar una decisión determinante. Todo por la salud de uno mismo.
Las relaciones familiares es un tema que debe ser considerado y revalorado, muchas veces, por la misma dinámica del quehacer cotidiano, nos olvidamos de cosas elementales que deben estar siempre presentes en la familia, el respeto, el interesarse por las cosas que suceden en el trabajo de la esposa e hijos, en ser parte de sus diversiones y de sus planes. Esas son algunas cosas que obviamos y lo damos por hecho. Es necesario encontrar momentos para la diversión con la esposa e hijos, el salir de la casa, con cualquier pretexto, aún yendo al súper, debe ser motivo de aprovechar el momento para platicar y hacer algo que salga de la rutina. Una nueva oportunidad de acercarme a Hugo, de manera más puntual, y también para estar con Paola cuando se requiera. A los dos los quiero mucho, aunque me da mucho trabajo expresarlo.
Una segunda oportunidad para reactivar los lazos de hermandad, el de la letra solamente tiene dos hermanos, de los cuales la frecuencia con uno es mayor que con el otro, esto derivado por la lejanía o por asuntos que históricamente han marcado la lejanía con el otro. Es necesario hacer lo posible y olvidarse de muchas cosas para poder ser familia completa y funcional. También con los primos, relaciones que en muchas ocasiones olvidamos y poco a poco se van quedando en el olvido, al grado que hay hijos e hijas de primos que no se les conoce.
Una nueva oportunidad para frecuentar a los amigos, en mi caso se cuentan con una mano y sobran dedos, así es, son pocos pero de gran calidad, mismos que pueden estar en nuestros problemas y darnos consejos en los momentos necesarios, así como para comentar cosas banales pero que en determinado momento alimentan la alegría y fortalecen la amistad.
Una oportunidad de cambiar los hábitos alimenticios, este es un tema a discusión y en momentos de molestia, ya que representa incluir en la dieta diaria alimentos que, desde siempre, es decir toda la vida, he mantenido alejada de mi sentido culinario. Por ejemplo, el pescado, alimento que históricamente ha estado fuera de mis comidas, aunque en la casa del de la letra, la familia completa lo consume de manera habitual. Las verduras y frutas, así como los jugos hay que considerarlos ahora y dejar los embotellados fuera del alcance del de la grafía. Eso sí, es un tema de fuerte discusión, pero de pronta solución evitar las harinas, las cosas fritas, es decir, hacer a un lado lo mejor, para darle paso a lo que debe ser.
Una nueva oportunidad para acercarse a lo divino o religioso, esa es una parte que llena de momento aquellos espacios donde debemos estar en paz con nosotros mismos, siempre la oración es necesaria y benéfica para los creyentes. No necesariamente ser ministro de algo, sino acercarse a lo que siempre hemos creído y que por diversas causas nos hemos alejado.
Es un momento propicio para reflexionar, o como diría el Dr. Yza, es necesario meditar, cosa que me resulta en demasía complicado, ya que en mi mente revolotean tantos pájaros que hace casi imposible poder dejar mi mente en blanco para poder lograr o alcanzar una armonía entre el cuerpo y el alma. De seguro que el de la tinta lo intentará, aunque debo de confesarles que será un poco complicado.
Es también el momento de saber quiénes se quedan y quiénes se van de nuestras vidas, evitar aquellas personas tóxicas que solamente nos producen “malas vibras” y tratar de incluir a aquellas personas que nos proporcionan paz, aquellas que valen la pena cultivar y, como se mencionó antes, evitar y borrar de nuestra vida a las que nos proporcionan malestar espiritual.
Esperemos de corazón poder tomar esta segunda oportunidad para bien individual y de manera colateral familiar, y desde esta tribuna aprovecho, mis caros y caras lectoras, agradecer a todas aquellas personas que al saber del problema que estaba yo pasando, se tomaron la molestia de manifestarse, tanto del trabajo como amistades, y darnos su apoyo moral, aún estando lejos (bueno eso de lejos ya es sólo un concepto de distancia, ya que el celular las acorta) como mis parientes de Veracruz siempre pendientes. A todos, muchas gracias.