Yucatán

'Flojonazo”: aumentativo, burlesco, y a la vez ofensivo de flojo; yucatequismo puro

Roldán Peniche Barrera

Los yucatecos somos muy dados a inflar nuestras palabras, a hacerlas amplias, burlescas y al propio tiempo ofensivas y aun humillantes.

El Diccionario de la Academia sólo registra “flojo”, al igual que los de Edgar Rodríguez, no así el del Español Yucateco, cuya significación reza:

flojonazo adj. Aumentativo y despectivo de flojo. Persona muy floja, que no le gusta trabajar. Individuo bueno para nada.

En nuestros múltiples viajes por el interior de la república difícilmente hayamos escuchado tal grosera expresión. Pero en nuestra península forma parte de su habla rutinaria y al parecer, no nos importa un comino que nos llamen “flojonazos/as” por no disponer la cama o dar su maíz a las gallinas. Es parte de nuestro lenguaje y punto.

Por ello es común escuchar por las calles voces como “abogadazo”, “dedazo”, “maestrazo”, etcétera. Sin importarnos gran cosa.

Ejemplo:

Contrata el Dr. Gorgojo al Gasolina para que le desyerbe el patio pero le exige un trabajo bien hecho.

-No te hagas, Gasolina -le advierte-. No quiero ver una sola yerba cuando termines o no te doy los 2 pesos que te prometí.

-Pero jefe, yo no soy desyerbador sino mecánico y alguna yerbita quedará al final de mi trabajo.

El médico se encoge de hombros y se mete en su consultorio.

Por la tarde echa un vistazo a la labor del Gasolina y lo sorprende acostadote fumando su porro de marihuana sin haber arrancado una sola yerba:

-¡Maldito Gasolina! -le grita- No sirves pa’ nada: eres un flojonazo de marca mayor.

Yucatán: un Estado más

surrealista que las pinturas de

Salvador Dalí

(Concluye)

En la gloria mística de los solsticios.

Clamaban en éxtasis nuestros padres mayas.

Y en la obra “Los Dioses Mayas” de la autoría del titular de esta columna don Roldán Peniche Barrera, textualmente se dice:

“Hunab ku tuvo un hijo único llamado Itzamná (Quien vendría siendo el Jesucristo de la religión cristiana) quien es considerado el más importante y más amado de los dioses mayas, le llamaban El Señor de los Cielos, Itzamná vivió entre los mayas, y su generosidad y bondad jamás tuvo límites, edificó palacios, enseñó el cultivo del henequén, inventó la escritura y los libros, dio nombre a las cosas, se dice que vivió en Izamal y thó, hacía milagros y los mayas lo invocaban para evitar calamidades. Lo representaban como un anciano que es símbolo de la sabiduría y la experiencia que dan los años. Nunca se le representa con algún arma.

6.- En Yucatán suceden acontecimientos totalmente surrealistas, ni en sus sueños más guajiros pensó que algún día saliera a la superficie del mar, en virtud de que se encontraba como sólido cimiento de 10 kilómetros de espesor, en la profundidad del mar, pero un golpe de suerte, producto de un chicxulubazo, al impactarse un gigantesco aerolito, hizo que Yucatán se convirtiera en la Península que salió del Mar; de no haberse impactado ese aerolito, la Península de Yucatán no existiría y nosotros tampoco.

7.- Nosotros los yucatecos somos muy surrealistas, por eso el compositor Armando Manzanero dice en una de sus canciones que “la semana tiene más de siete días” y en otra canción surge de su mente la incongruencia al decir: “Mía, aunque con otro contemples la noche”.

Con estas pequeñas muestras que acabamos de ejemplificar, podemos afirmar, que Yucatán es pionero en el campo del surrealismo.

Un abrazo

Jorge Parra Zapata