No obstante la cuarentena recomendada por la Secretaría de Salud Estatal para evitar contagiarse de coronavirus, numerosos indigentes recorren las calles de la ciudad sin ninguna protección.
Muchos de ellos buscan alimentos en los botes de basura instalados en las calles del centro pero ante la ausencia de gente ahora encuentran menos comida y bebida.
En el 2017 el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) identificó a poco más de 31 personas que se encontraban en situación de calle; pero con sólo darse una vuelta por el Centro de la ciudad se da uno cuenta que ese número ha crecido.
En su mayoría estas personas son de Mérida y sus comisarias; muchos no tienen familiares y algunos presentan problemas mentales.
En Mérida hay dos albergues que dan refugio a las personas de calle: La Casa del Buen Samaritano, ubicada en el Nor-Poniente del Periférico, operada por un patronato de voluntarias, con apoyo de la Arquidiócesis de Yucatán, y el Centro Integral para la Plenitud del Adulto Mayor “Renacer”, auspiciado por el Ayuntamiento.
En ambos sitios se les apoya siempre y cuando estén lúcidos, es decir, que no presenten trastornos mentales.
El Buen Samaritano, en riesgo
El Buen Samaritano da albergue a 25 personas al día en situación de calle, o porque no tienen donde dormir ni que comer; las damas voluntarias y la Arquidiócesis proveen de insumos a esta casa con el fin de seguir las enseñanzas de Jesús consignadas en Mateo 25:35: “Porque tuve hambre y me diste de comer”.
No obstante la buena voluntad de los que día a día se hacen cargo de los gastos de alimentación, limpieza y traslado estos se ven rebasados por el aumento de personas que acuden a pedir “posada” por una vez o de manera indefinida.
Libia Novelo Domínguez, presidenta de las damas voluntarias, manifestó que desde que comenzó la pandemia han aumentado los ingresos de personas y en ocasiones se ha pedido prestado un cuarto a Cottolengo para que puedan dormir, ya que el centro solo cuenta con 20 camas y 10 camas plegables y a veces son insuficientes.
“Estoy aterrada de que se me llegara a enfermar alguno, pues no hay doctor para atenderlos”, manifestó la entrevistada.
El Buen Samaritano carece de insumos de limpieza, desinfectantes, cubre-bocas, gel antibacterial, guantes y un termómetro digital, que les ayudaría a prevenir contagios entre los cuidadores y los inquilinos.
Centro Renacer, al tope
El Centro de Atención al Adulto Mayor del DIF Municipal presta atención gratuita a adultos mayores que se encuentren bajo una situación de abandono o sin familia.
Actualmente atiende a 37 adultos mayores, aunque hay una lista de personas en espera de un lugar.
En este centro los inquilinos cuentan con todos los servicios como hospedaje, tres comidas y colaciones, atención médica y de enfermería las 24 horas, nutrición, rehabilitación, atención psicológica y gestiones de trabajo social.
Los reportes de personas en situación de calle son recibidos por el Departamento de Trabajo Social del DIF Municipal; a estas personas se les apoya con despensas y a algunos, con aparatos ortopédicos, cuando lo solicitan o lo requieren.
Cabe recalcar que muchas de las personas a las que se les ofrecen la opción de permanecer en el albergue lo rechazan porque no les gusta estar encerrados.
(Texto y fotos: Melly Manzanero)