Yucatán

Si los ven con sus uniformes no les dan parada

Enfermeras, camilleros, médicos internos e incluso vigilantes de clínicas y hospitales se ven obligados a vestir de civil para tener acceso al transporte urbano de pasajeros o de taxis, incluyendo las denominadas plataformas digitales como Didi, Uber, Drixi y Cavifly, entre otras, porque en caso contrario los operadores les niegan el servicio.

Lo anterior se desprende de un sondeo realizado por reporteros del POR ESTO! en diferentes paraderos de camiones y a las puertas de las clínicas “Benito Juárez”, Hospital O’Horán y Clínica Mérida.

En la Unidad “Benito Juárez”, varios internos manifestaron que varios de sus compañeros, sobre todo las enfermeras, se quejan de los operadores de servicio de transporte colectivo, combis y camiones, quienes al verlas en los paraderos no se detienen, siguen de largo y las dejan esperando.

Miguel Campos nos dijo: “Yo vengo en auto, porque uno de mis hermanos me lo prestó al enterarse de que tenía problemas con el servicio de transporte, causa por la cual llegaba tarde al trabajo, pero mis compañeros me han dicho que el personal de la T-1 son los más afectados, porque en esa unidad están o se encontraban las personas que han sido detectadas como sospechosas de haber sido contagiadas por el Covid-19 o coronavirus.

Vestir de civil

“En mi caso, venía en camión, al grado de que tuve que vestirme de civil y cambiarme de ropa al llegar a la clínica, pero sí tuve problemas hace unos días, sobre todo en el Centro de la ciudad hacia el Juárez, porque de mi casa en San Marcos Sustentable al centro no hay problema, debido a que la última parada que realiza el operador se encuentra a la vuelta de mi casa y como se queda a esperar pasaje, todos abordan y durante el trayecto tampoco he visto que los choferes nieguen el servicio”.

Por su parte, enfermeras del Hospital O’Horán señalaron: “Eso nos dicen varias compañeras que utilizan el servicio de transporte urbano de pasajeros; a mí no me ha pasado porque vengo en auto; sin embargo, hemos escuchado que sí hay internos y enfermeras que aseguran que no les permiten abordar el autobús por temor a que la gente se contagie porque son empleados del sector salud; inclusive hasta los taxistas son poco los que aceptan brindarles el servicio.

“Es el colmo que tengamos que vestir de civil para poder ir a trabajar y no portemos el uniforme”, dijo otra de las entrevistadas que pidió no publicar su nombre.

“Imagínese usted que yo le niegue el servicio a un chofer de autobús o a un taxista que se encuentre internado en este hospital, además de que no sería ético; ellos como nosotras, somos personas que tenemos que trabajar para poder llevar algo de dinero a nuestras casas; por eso, esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto y vigilen de cerca a los operadores para que estos no discriminen a la gente”.

A caminar

A su vez, personal de la Clínica Mérida manifestó que hasta los operadores de Circuito Colonias y Circuito Hospitales les han negado el servicio; otros pasan de largo y no se detienen en el área de ascenso y descenso, por lo que se ven obligadas a caminar hasta el O’Horán o casi hasta Plaza Dorada para poder abordar un autobús o combi.

También comentaron que varios consultorios de la clínica se encuentran cerrados porque cada vez son menos las personas que acuden a consulta; por eso, a varias las mandan a descansar, pero sin goce de sueldo, lo que consideran injusto, ya que solo trabajan tres o cuatro días por semana y lo que ganan no les alcanza para cubrir sus gastos.

Iván Ramos Patrón subió a la red una de sus experiencias con el servicio de Didi, en la cual palabras más palabras menos, dice: Amigo Didi “Pedro Alberto” estás huyendo como dices, simplemente paniqueando por falta de información y negándome un servicio, soy un profesional de la salud, que ya trabajo por mucho tiempo arriesgando mi seguridad y la de mi familia, pero he sido muy cuidadoso y he tomado todas las medidas preventivas…”

La respuesta del operador fue: “Espero a q se cancele estoy huyendo del Covid-19 ya falta un minuto para q se cancele automáticamente”.

Ejemplos cono éste abundan en las redes sociales, pero los concesionarios del servicio niegan que se registren esos hechos; lo cierto es que cada vez son más frecuentes las quejas de los usuarios y las autoridades del ramo, en vez de actuar, se hacen de la vista gorda y se la pasan confortablemente en sus oficinas y no salen a recorren las calles para ver la otra realidad de lo que ocurre en nuestra ciudad, señalan los usuarios.

(Víctor Lara Martínez)