Rolando Bello Paredes
El Ejecutivo estatal pretende endeudar a la entidad por la suma de 3 mil 220 millones de pesos, agravando la situación económica de los contribuyentes yucatecos, de acuerdo con la información publicada en medios periodísticos. Se trata de dos partidas (ver más información en POR ESTO! 26 marzo 2020):
1). La suma de 1,500 millones de pesos, para “gastos, transferencias, apoyos y subsidios”, de los cuales, 500 millones de pesos serían para la “salud de los yucatecos”, y 1,000 millones de pesos, para los “ingresos de las familias” que resulten “afectadas por la pandemia”.
2). La cantidad de 1,728 millones de pesos, para “ponernos de pie (sic) apenas superemos esta crisis”, destinados supuestamente a “obras públicas”.
El Ejecutivo no ha informado con detalle su propuesta de contratar créditos por la situación de excepción que se vive por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus COVID 19. Al menos hasta media mañana de ayer, en que se redactaron estas notas, no encontré información oficial en el portal del gobierno del estado. Los datos en que se basa este artículo periodístico son los que han aportado los diarios locales y algunos portales noticiosos que se publican en la entidad.
Ni los diputados estatales han proporcionado información, con excepción, de los de la fracción priísta y del legislador del PRD. Los del PRI señalaron, en términos políticos: “De manera responsable estamos analizando a fondo la propuesta enviada por el Ejecutivo, para lo cual propondremos, cuidando de manera estricta todos los protocolos sanitarios y de convivencia implementados, las reuniones que sean necesarias con los funcionarios del Ejecutivo estatal para que despejen cualquier duda y de ahí se desprenda una decisión que sea en favor de todos los habitantes de Yucatán” (POR ESTO! 26 marzo 2020).
El diputado del PRD, al parecer, está de acuerdo con el crédito por 1,500 millones de pesos, no así con el segundo, por 1,728 millones de pesos, ya que considera que para éste habría que esperar otro mejor momento.
La información periodística, ante la ausencia de la oficial, también es insuficiente para analizar y ponderar la contratación de más deuda pública estatal. Por ejemplo, no se sabe de los plazos para la devolución de los respectivos créditos, tampoco cuánto sería el pago mensual de la deuda contratada, así como los intereses que generarían dichos préstamos.
Otro aspecto que genera inquietud es el relativo a un “fortalecimiento” de un programa denominado “Impulsa Yucatán”, que según la iniciativa ejecutiva, pretende tener una “línea de crédito para las empresas por 460 millones de pesos”. Nada más se ha dicho del asunto.
Al concluir la administración pública 2012-2018, el estado de la deuda pública de Yucatán ascendió a la suma de 3 mil 956 millones 478 mil pesos, según el informe publicado por la Secretaría de Administración y Finanzas (SAF), en el Diario Oficial del Gobierno del estado de fecha 15 de octubre de 2018.
¿Cómo quedaría la deuda pública estatal en la actual administración 2018-2024? Sin contar o sumar los intereses, que la incrementaría muchísimo más, se tiene que crecería en 5 mil 848 millones de pesos (aprobándose la solicitud de nuevos créditos según la iniciativa presentada ante el Congreso el pasado martes 24). Esta cantidad proviene de los 2 mil 620 millones de pesos de “Yucatán Seguro”, y de los 3 mil 228 millones de pesos que vienen, por la contingencia del coronavirus.
Hay que tener en cuenta que según SAF, por el préstamo bancario para “Yucatán Seguro”: a). El costo total del crédito “será de 5 mil 765 millones de pesos al año 2039”; b). Que cada año “se pagarían 251 millones de pesos” adicionales por concepto de deuda pública; y, c). Que se pagarían 3 mil 145 millones de pesos, por concepto de intereses del nuevo crédito (ver POR ESTO! 10 julio 2019, y Bocadillos 14 julio 2019).
En este contexto, la actual administración pública estatal aún le debe a los yucatecos, algunas informaciones, por ejemplo:
a). Las “desapariciones” de ocho entidades públicas, con lo que se “ahorraría” un total “de 100 millones de pesos a partir del año 2020”, según anuncio del Ejecutivo de fines del año anterior. En realidad, según lo dispuesto en el Presupuesto de Egresos para el año en curso, el “ahorro”, de ser efectiva la “desaparición”, sería de poco más de 520 millones de pesos (ver Bocadillos en POR ESTO! 2 febrero 2020). A la fecha aún no “desaparecen” legalmente, y en consecuencia, se entiende, no hay ningún “ahorro” gubernamental.
b). El Ejecutivo, al inaugurar su administración, ofreció que con su política de austeridad, “vamos a ahorrar más de mil millones de pesos cada año”. Tampoco se ha rendido cuentas de este supuesto “ahorro” anual. Y si lo hubo, en qué se gastó, ya que el ofrecimiento inicial estuvo afectado de vaguedad: “Ese dinero se utilizará para ayudar a la gente que más lo necesita” (ver Bocadillos en POR ESTO! 7 octubre 2018).
c). El Secretario de Hacienda y Crédito Público del gobierno federal informó en la presidencial conferencia mañanera del pasado martes 24, que se había destinado a las entidades federativas, por conducto del Instituto de Salud para el Bienestar, la cantidad total de 15,300 millones de pesos. Y que se adelantaría, también para los estados de la República, otros 10 mil millones de pesos. La autoridad estatal administrativa y financiera no ha dicho, a la fecha, las cantidades recibidas en el estado por esos conceptos, así como el destino de dichos recursos federales.
La situación estatal es complicada por la crisis sanitaria del coronavirus. En todos los ámbitos de la sociedad yucateca se registra afectación económica, social y cultural.
Así que se entiende lo difícil que habrá sido para el gobernador de Yucatán tomar la decisión política de endeudar más a la entidad, que al final, pagará el contribuyente yucateco. Una decisión que tal vez habrá sido analizada y discutida con sus más cercanos colaboradores.
Más difícil aún habrá sido asumir la decisión personal de con esta acción gubernamental, ocupará un lugar relevante en la historia política gubernamental contemporánea, como el gobernador de Yucatán que más ha endeudado al estado.
Así son las cosas de la política.
Ad litteram. En la novela de Gabriel García Márquez, “Cien años de soledad”:
- “Cuando José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la peste había invadido el pueblo, reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía de la enfermedad y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la Ciénega… Tan eficaz fue la cuarentena que llegó el día que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir”.