Las ventas en las panaderías han caído más del treinta por ciento; algunas, como La Mayuquita, cerraron sus puertas durante tres semanas y otras dejaron de funcionar una o dos semanas, como La Martina, si bien todas cumplieron con pagar a sus trabajadores, informó ayer la empresaria Leticia Pech Gamboa.
Explicó que en Yucatán hay unas dos mil 100 panaderías, de las cuales 800 operan en Mérida.
La expresidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Panificación, institución que se desintegró hace varios años en la entidad, manifestó que en pláticas con varios de los agremiados con los que mantiene contacto le indicaron que sus volúmenes de venta disminuyeron en más del treinta por ciento desde que comenzó la contingencia para prevenir los contagios del virus.
Muchas panaderías surten pan francés o teleras a restaurantes, loncherías y expendedores de cochinita, entre otros, pero estos negocios también han visto mermadas sus ventas porque muchas personas dejaron de salir y ahora permanecen en sus casas como indican las autoridades del sector salud.
De hecho, dijo que está pensando cerrar su panadería por una semana aunque tenga que pagar a sus trabajadores, porque cada día que pasa la demanda disminuye; como ejemplo, expresó que uno de sus clientes que requería de 200 a 300 pesos de teleras todos los días, dejó que comprarle hace desde hace diez días.
Precios
Por otra parte, externó que por la devaluación del peso frente al dólar muchos de los insumos elevaron su precio, especialmente el de la harina, que pasó de 370 a 390 pesos el saco, en tanto que la bolsa de azúcar que de 780 hoy se ubica entre 820 y 840, según la marca; lo mismo ocurrió con el precio de la manteca vegetal, el rollo de leña, levaduras y colorantes, entre otros.
Sin embargo, los industriales de la panificación se han visto obligados a no reflejar esos aumentos de precios en el producto final, precisamente porque sus niveles de comercialización siguen disminuyendo, tanto por la epidemia como por el aumento de la temperatura en nuestro estado.
Los informales
Por otra parte, dijo que muchas personas por temor al contagio prefieren ir a las panaderías establecidas a comprar el pan por considerar que son más higiénicas en vez de adquirir el producto a quienes lo venden en triciclos a un precio más baratos, porque sus costos de producción se lo permiten ya que no pagan seguro social, Infonavit, impuestos, energía eléctrica, agua y otros gastos que sí tienen los panaderos establecidos.
Por último, dijo que el precio de las piezas de pan va de los tres a los cinco pesos y el de las barras de pan francés de los 3.50 a 4.50 pesos, según el tamaño, peso y calidad.
Con información de Víctor Lara Martínez
Por Redacción Por Esto!