Los mercados municipales han reducido hasta en un 50 por ciento sus ventas, por lo que algunos locatarios han decidido cerrar sus puertas.
En el mercado Lucas de Gálvez, los locatarios han registrado más movimiento debido al pago de salarios y de gente que se dio cita para abastecerse durante la contingencia de coronavirus COVID-19.
Sin embargo, la poca afluencia de gente sigue siendo un problema para los vendedores quienes continúan ofreciendo sus servicios porque es la única fuente de ingresos que tienen para sus familias.
Los precios en productos como el pollo se han mantenido en 38 pesos por kilo.
Los locatarios expresaron que mientras puedan seguir saliendo a trabajar ellos estarán dispuestos a ofrecer sus productos, cuidando y siguiendo las recomendaciones emitidas por las autoridades de Salud Local.
Por Redacción Digital Por Esto !
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