Roldán Peniche Barrera
He recibido de mano propia el libro “El Museo Yucateco” (Forjando una Identidad) de la autoría de mi talentosa sobrina Blanca González Rodríguez, obsequio que en verdad valoramos. Ya, al cumplirse el primer Centenario de “El Palacio del General Cantón”, nos regaló con otro bello libro.
No es necesario añadir que la autora tiene lo suyo, y quiero subrayar que en sus investigaciones va al fondo de la cuestión ofreciéndonos toda la información atingente a tema tan interesante, sin faltar, por supuesto, las históricas ilustraciones que acompañan al impreso. Gracias, sobrina, gracias, aunque un poco atrasadas.
El Museo Yucateco
Hará unos días, Blanquita puso en mis manos el grueso y documentado tomo “El Museo Yucateco” (Forjando una identidad) auspiciado por la UADY y otras ilustres instituciones que triplica (o por lo menos, duplica) el volumen de su libro primigenio. Es tan vasto su contenido que no he podido concluir su lectura, y a mí, que tanto disfruto de las ilustraciones, pues ya imaginará el lector el banquete que me estoy danto a mesa limpia. La impresión es impecable, con ese especial y espiritual cuidado que la autora pone en cada uno de sus trabajos, por lo que, en vez de dilucidar el contenido de la obra, nos limitaremos a convidar a los lectores a compenetrarse de tan magno impreso.
Bellísimo libro, en verdad, que debería hallarse en lugar preferentemente en las bibliotecas, no sólo de los estudios y eruditos del tema, sino del meridano común, que no es lo mismo que el común meridano.
Permítaseme ahora saludar y felicitar a la autora y dejemos a los entendidos que se encargue del valor del contenido de libro tan excepcional. ¡Felicidades, Blanquita!