Roldán Peniche Barrera
Ha fallecido un distinguido yucateco: el Ing. Adolfo Patrón Luján, ciudadano íntegro, caballeroso, reconocido industrial y, ante todo, un ilustre Mecenas como hay pocos, que ha dejado a su paso una herencia artística difícil de emular. Entusiasta y caballeroso en su trato, amigo de todos, su generosidad no conoció límites al momento de darse a la tarea de instaurar en nuestra ciudad la mejor y más brillante organización musical de su historia.
La Orquesta Sinfónica
de Yucatán
Y una noche de comienzos del año 2000, don Adolfo nos regaló a la actual Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), indiscutiblemente la mejor y más profesional con que los yucatecos hemos contado en nuestros anales musicales, Yucatán ya había contado desde comienzos del siglo pasado con dos o tres sinfónicas que dieron su mejor esfuerzo, pero ninguna como la actual, reforzada con distinguidos músicos extranjeros de cuya actuación surgió el sonido brillante y admirablemente acoplado del que hemos disfrutado del arte de Apolo.
Adolfo Patrón Luján fue siempre un enamorado de la ópera, género del que era un erudito (gracias a ello gozamos de la escenificación de óperas de tanto calibre como El Barbero de Sevilla, Don Giovanni, Sansón y Dalila y tantas otras que lograron llenar el Teatro Peón Contreras hasta los topes, algo que sólo se vio en el antiguo teatro y en los primeros años del actual, lamentablemente convertido en cinematógrafo por los mercaderes de la cultura hasta su recuperación durante el gobierno del Dr. Francisco. Luna Kan, 1976-1982).
Con gran sentimiento, despedimos con un “¡hasta pronto!” a don Adolfo el gran Mecenas yucateco. ¡Descanse en paz!
Vayan nuestras más sinceras condolencias a todos sus familiares.