Yucatán

Pilar Faller Menéndez

A pesar de ser una de las actividades lúdicas más antiguas del hombre, los juegos de mesa hoy juegan (valga la redundancia) un papel importante en la dinámica de los hogares por la situación que estamos viviendo. Además del ajedrez y las damas chinas, los juegos de mesa más antiguos que existen, a través de los tiempos han surgido muchos otros que hoy nos permiten practicar una integración familiar agradable que nos distraiga y divierta.

Una medida sana para dejar por un momento el teléfono celular, el cual parece un grillete que todos llevamos y que consideramos imprescindible, cuando bien sabemos que en estos momentos podemos alejarnos un tiempo de ellos y conminar a la familia a convivir sin estos aparatos, que aun encontrándonos en un mismo sitio pareciera que nos encontramos en planetas diferentes.

Otra ventaja es que los juegos, en la actualidad, constan de elementos educativos o pedagógicos que ayudan a los niños en el proceso de aprendizaje presentándoles desafíos intelectuales que a la vez los incentivan. De hecho, muchos videojuegos están basados en estos juegos de mesa, pero el ejercicio sugerido es poder realizar una convivencia divertida con la familia.

¿Las sugerencias? Son variadas, podemos jugar “scrabble”, un juego en el que el ingenio para formar palabras a partir de las letras con las que contamos provoca muchas veces que debamos consultar el diccionario, ya que hay quienes ingeniosamente se ponen a inventar palabras.

Un juego que muchos hemos jugado en nuestra niñez, es la lotería, la que muchos juegan en la actualidad designando una noche de la semana para reunirse con amigos y jugarla, este también es un juego en el que toda la familia puede participar, o bien rescatar otros como “serpientes y escaleras”, “parchís” o cualquiera que tengamos a la mano.

Tenemos hoy tiempo suficiente para dividir nuestras actividades, debemos de sacar lo mejor en estos tiempos, y se nos está brindando una oportunidad única de convivir con la familia y conocerla más. Preocuparnos no va a resolver nada, ocuparnos nos ayudará a que el tiempo pase más rápido y sea productivo, y la convivencia lo es.

Hay quienes por las noches se dedican a cantar con el karaoke, en el cual, en una pantalla que bien puede utilizarse la televisión, o solamente algún instrumento musical, realizaremos el reto de exponer nuestras voces al canto, y probablemente descubramos talentos escondidos que teníamos.

La alegría debe procurarse, la risa es sanadora, deja atrás muchos sentimientos negativos que pudiéramos estar experimentando. Realizar un esfuerzo por mantener a la familia unida y alejarla del aislamiento que provoca el estar embebidos con los celulares, provocará a muchos niños a vivir experiencias nuevas, en compañía de sus padres, que hoy tienen tiempo para hacerlo. Probemos este tipo de actividades, probablemente surja la sorpresa de que nos proporcionan experiencias gratas.