Kimbilá, comisaría de Izamal que produce una buena cuota de ropa típica, como guayaberas y ternos, enfrenta un problema económico pues la demanda ha bajado en forma pronunciada por la contingencia del coronavirus COVID-19.
El diseñador Julio Itzá comentó que por la contingencia sanitaria desde hace tres semanas suspendió labores en su taller donde laboran 30 personas, a las que hay que pagar sus 'jornales'.
En Kimbilá operan cerca de 50 establecimientos, cada uno de los cuales emplea entre 20 y 30 personas.
"Nosotros a lo mucho aguantaremos un mes para pagarles a nuestros empleados, pues el dinero se está gastando y no hay ventas ni siquiera por internet", dijo.
Esperanza en los apoyos
"A las personas que arman las guayaberas les estamos dando mil 500 pesos por familia; a las bordadoras y a las vendedoras de la tienda se les da 400 a la semana; ellas ganaban mil, se les ayuda para que compren algunas cosas para comer, para su mercancía nada más, no hay para ropa y zapatos.
Quienes nos dedicamos a esto requerimos apoyos en efectivo o crédito ahora, aunque la ayuda nunca llega por acá,e Esperamos que los apoyos sean para todos parejo, no sabemos cómo le vamos a hacer en las próximas semanas, dijo.
"Ahorita no se les puede dar trabajo a las bordadoras porque no hay pedidos; ahora que ya cerramos estamos retirando las ropas de los maniquíes, ya que no hay venta; suspendimos actividades el primero de abril.
Aquí en el pueblo la mayoría nos dedicamos a la ropa típica, hay quienes bordan y venden por su propia cuenta la ropa, pero también hay quienes tienen establecimiento y tienen que pagar empleados, agua, luz e impuestos, aunque desde hace varias semanas que no hay ingresos", concluyó.
Con información de José Manrique
Por Redacción Por Esto!