Yucatán

Mayoría de negocios acata disposición gubernamental

La mayoría de los negocios de la ciudad acataron ayer la nueva disposición gubernamental de cerrar sus puertas hasta nuevo aviso, como una medida adicional y más estricta para minimizar al máximo los contagios por el coronavirus Covid-19, lo que ocasionó que la capital yucateca luciera prácticamente semiparalizada.

El cumplimiento de la nueva orden emitida el martes pasado por el Gobernador Mauricio Vila Dosal determinó el cierre de todo tipo de comercios y empresas, con excepción de los considerados indispensables, como supermercados, centrales de abasto, farmacias, tiendas de abarrotes y bancos, entre otros.

Sin embargo, algunos propietarios de establecimientos considerados no indispensables desacataron la disposición oficial, como el caso de agencias de cervezas ubicadas en varias colonias y fraccionamientos de la ciudad en las que se observó gran movimiento de ventas.

Los que sí laboraron

Asimismo, en algunas avenidas de la urbe meridana abrieron sus puertas al público refaccionarias, tiendas de pintura, casas de empeño, tlapalerías y negocios de plomería y electricidad.

Las plazas comerciales se mantuvieron cerradas y sólo funcionaron los supermercados y bancos que se encuentran en sus interiores, pero con el paso restringido de clientes, previa aplicación de gel en las manos y tomando la temperatura corporal por parte de los guardias de seguridad.

Fue notorio también que en algunos sitios las medidas eran más laxas que en otras, como en un supermercado de Plaza Altabrisa, donde sólo se permitía la entrada de una persona por familia, en tanto que la misma firma en su sucursal de Plaza Fiesta dejaba entrar a familias enteras.

En el centro de la ciudad

En lo que toca al primer y segundo cuadros de la ciudad, donde se ubican cientos de negocios de todos los giros, el cumplimiento fue casi al 100 por ciento y sólo algunos no cumplieron con la medida, como una tienda que vende plásticos sobre la calle 65 entre 56 y 58, así como un negocio de deportes sobre la misma calle, pero entre 50 y 52.

Asimismo, en el mercado Lucas de Gálvez, alrededor del 90 por ciento de negocios se mantuvieron cerrados y sólo el ala de Oriente a Poniente, ubicado en la entrada Norte, funcionó casi en su totalidad con comerciantes dedicados a la venta de condimentos, verduras, chicharra, ferretería y otros.

De igual forma los venteros de aves, conejos, loros, codornices y otros, ubicado al fondo de lado Oriente laboraron normalmente, al igual que un local de pescadería y algunos más que se dedican a la comercialización de alpargatas, bolsos y bisutería.

El Chetumalito y anexas

Por su parte, en el “Chetumalito”, casi todos los puestos laboraron para ofertar de manera normal quesos de bola, mantequillas, galletas, ventiladores, paraguas, ropa y demás artículos de importación.

Asimismo, en el San Benito abrieron varios puestos dedicados a la venta de tortas, refrescos, mochilas, chanclas, verduras, accesorios de telefonía y bisutería.

La conocida Calle Ancha del Bazar, el Pasaje Emilio Seijo, Los Portales y los alrededor del Parque Eulogio Rosado lucieron vacíos de gente debido a que todos los comercios ubicados en esas zonas no abrieron sus puertas, como zapaterías, tiendas de ropa, dulcerías, ópticas, mueblerías, papelerías, venta de bicicletas, entre otros establecimientos.

¿Esencial o necesidad?

En el Mercado García Rejón sólo funcionaron algunos puestos de ropa y de venta de comida, pero por la tarde ya se dispusieron a cerrar.

Es de llamar la atención que, mientras unos giros cumplen con las medidas decretadas otros no lo hacen, como el caso de la Ultra-Hogar, que vende electrodomésticos y que cerró sus puertas, en tanto que Electra-Coppel, que comercializa lo mismo, no acató la disposición y vendió normalmente ayer.

Las sexoservidoras que se ubican en el corredor de la calle 58 entre 67 y 73 sí laboraron en su mayoría. ¿Será un servicio esencial o una necesidad económica de sobrevivencia?

(Rafael Mis Cobá)