VALLADOLID, Yucatán, 24 de abril.- Diariamente la gente tiene que buscar el sustento para su familia o para sí mismos, y más cuando en algunos casos tienen limitaciones físicas, como los que tienen capacidades diferentes. Tal es el caso de José Cándido Dzib Kantún, quien desde que nació no puede mover sus extremidades inferiores, por lo que se dedica a pedir limosna transportándose en una silla de ruedas.
“Desde que amanece salgo a pedir limosna, ya que no puedo hacer trabajo alguno pues no puedo caminar y desde mi nacimiento así estoy, por lo que vivo de lo poco que la gente me da y me regala. Mi mamá se llama Máxima Kantún y mi papá no vive; tengo una hermana de nombre Rosa María, yo tengo 45 años de edad”, mencionó en breve entrevista.
“La mayoría de la gente me trata bien, aunque unos que otros no tanto, pero pues así es esta vida, y por mi condición física ni qué decir. El turismo, cuando había, me daba limosna; los nacionales casi no, los de otros países sí y en el mercado cuando se abría iba con mi silla de ruedas, pero ahora está cerrado y además casi no hay gente en la calle, por ello consigo muy poco durante el día”, finalizó.
(Manuel Vázquez Rivero)