Obreros, campesinos, parcelarios, albañiles, empleados, pescadores
En Dzemul, alrededor de 650 desempleados de distintos sectores de la producción se encuentran pasando por una crisis muy fuerte en medio de la contingencia del COVID-19.
Donato Aké Aké, maestro del CBTIS y ejidatario productor de henequén, relató que entre esos desempleados se encuentran obreros, campesinos, jornaleros del campo, parcelarios, albañiles, empleados de maquiladoras, empleados de los hoteles de la costa, pescadores, e incluso productores de henequén, a varios de los cuales se les quemaron 12 hectáreas que se encontraban apenas en el tercer corte, es decir, en plena producción.
Y si se toma en cuenta que el henequén tarda 5 años en dar y que la preparación de cada hectárea requiere de una inversión que asciende a 28 ó 30 mil pesos en desmonte, siembra, costo de los hijos de henequén, etcétera, sin contar el trabajo del parcelario, se puede comprender que el daño es muy fuerte.
Los que resultaron afectados por el siniestro de los henequenales son: Julio Francisco Chan Erguera, José Benito Erguera Ku, Francisco Solano Chan Erguera, Dámaso Chan Erguera, Juan R. Can, y el mismo entrevistado, Donato Aké Aké.
Están solos
Lo peor de todo, explicó el maestro Donato, es que a los albañiles, a los ejidatarios y a los productores de henequén no les dan ningún apoyo, están solos. El Municipio ha dado por parte del Gobierno del Estado algunas despensas que tienen un costo de menos de 100 pesos, pero no han llegado a todos y en los casos que han llegado su contenido resulta insuficiente.
Dice también el maestro Donato:
–La mayoría de la gente del pueblo son empleados de maquiladoras y de hoteles que cuando suspendieron labores no les dieron nada o los apoyaron con muy poquito. Pero los que están sufriendo más son los albañiles, porque no hay obras y no tienen la suerte de los pescadores, a quienes se les aprueban apoyos mientras hay vedas.
De hecho, hay mucha gente que normalmente está al día, pero con esto de la pandemia que ya dura más de un mes, ni al día pueden estar.
–¿De cuántos albañiles estamos hablando?
–Son alrededor de 140, pero están sin apoyos.
No hay chamba
No hay chamba de albañilería, afirmó al ser entrevistado Reyes Agustín Bacab Vera, quien aprendió ese oficio a los 20 años de edad, y tiene actualmente 50.
–¿Y qué haces para vivir? –preguntamos.
–Trabajo en lo que salga, por ejemplo, ahorita estoy cortando leña en el monte. Vendo cada rollo a 20 pesos, y corto de 10 a 15 al día. Pero a veces hago corte de penca o chapeo.
–¿Tienes seguro social?
–No, nada.
–¿Y seguro de vida?
–Tampoco.
–¿Hasta cuándo vas a poder trabajar de albañil?
–Hasta los 60 ó 65 años.
–Si tuvieras oportunidad de pedirle algo a la autoridad ¿qué pedirías?
–Que nos consideren y nos den apoyos como a los pescadores, a quienes se les da trabajo temporal e incluso se les entrega dinero en efectivo. No es justo que a nosotros no nos tomen en cuenta.
–¿Y ustedes los parcelarios, qué piden ahora que se les quemaron esas 12 hectáreas de henequén?
–Que la Seder nos apoye para resembrar, porque es caro, hay que comprar los hijos del henequén, hay que invertir, pero no contamos con recursos para hacerlo.
–¿Por qué se incendian las parcelas de henequén?
Donato, quien es integrante del Frente de Defensa de la Tierra, responde:
–Por la sequía. El incendio es el temor de cada año del campesino henequenero, porque se pierde todo lo que se ha trabajado en 5 años.
Programa con trampa
También se quejaron de que lo que se adquiere a través del programa peso a peso del Gobierno del Estado, en el que el productor invierte la mitad y el gobierno estatal la otra mitad, los productos como los herbicidas llegan a precio comercial, cuando debieran llegar a precios descontados porque se adquieren al gran mayoreo. Pusieron el ejemplo de una desbrozadora que supuestamente costaba 7 mil pesos y al campesino le tocó dar la mitad, pero cuando llegó y la sacó de la caja, la factura decía 3,500 pesos, o sea, que se clavaron el resto los funcionarios.
Quejas por multas y albarradas
En la entrevista se presentaron otras personas afectadas también por el desempleo en Dzemul, quienes se quejaron de la Comandanta de la Policía, ya que pone multas muy elevadas sin ninguna base legal, de acuerdo a su capricho, y se quejaron también de que el Alcalde ha puesto 3 albarradas para tapar tres carreteras, lo que va en contra de lo que recomienda la Secretaría de Gobernación, pues no estamos en estado de excepción y lo único que provocan es que la gente tenga que dar vueltas más grandes y que gaste más gasolina.
Otras personas dijeron que cuando la gente de escasos recursos necesita trasladar a algún enfermo a algún hospital de Mérida, invariablemente le dice el Alcalde que no hay dinero para la gasolina, pero sí hay dinero, afirman, para invertir en el equipo Potros de Dzemul, donde juega su hijo, y que le cuesta al municipio 7 mil pesos a la semana.
Finalmente, se comentó que algunos programas del gobierno federal, como Sembrando Vida, 65 y Más, el del jardín de niños, el de las becas de educación media superior y las de los “ninis”, que en realidad son para capacitación en el trabajo, les están llegando bien.
(Roberto López Méndez)