TIZIMIN, Yucatán, 1 de mayo.- La señora Maximiliana Dzul, de 72 años, y vecina de la comisaría Dzonot Aké, vive en extrema pobreza y su esposo está postrado en su hamaca desde hace 10 años, parece un bebé: no camina, tiene los pies y las manos enrollados y pesa 15 kilos.
La septuagenaria, quien acudió a esta ciudad en busca de alimento entre sus conocidos, mencionó que vive en la pobreza junto con su esposo y que comen lo que les regalan, el apoyo que les otorga el Gobierno Federal se gasta en la atención médica y medicamentos de su esposo, porque le tiene que llevar un control constante.
“Porque pese a que pesa 15 kilos y está en su hamaca, Dios le está permitiendo vivir todavía y a mí cuidarlo y atenderlo”, platicó.
Añadió que desde hace diez años su esposo está postrado en su hamaca, “le detectaron anemia, ácido úrico, no camina, parece un bebé, le doy de tomar leche o algo ligero, lo que los doctores digan.
“Esto lo ha llevado a que pese 15 kilos, pero a pesar de eso Dios le sigue prestando vida, aunque necesita mucha atención, usa puros pañales y como no tengo el dinero para comprarle desechables.
“Le pongo puro de tela que después tengo que lavar, y eso me cansa, por eso necesito una lavadora, pero como soy pobre no me alcanza para tener una”, comentó muy triste.
Dijo que ella ya está muy cansada, pero a gracias Dios no se ha enfermado, pero sí se lastimó el brazo izquierdo cuando se cayó mientras atendía a su marido, y son los dolores que padece.
Doña Maximiliana agregó que, a pesar de estar en cuarentena, en la que se dice que no debemos salir, ella sale a la calle por necesidad, en busca de comida.
(Raquel Margarita Huerta)