Eliseo Martín Burgos
Goethe fue el mejor escritor alemán, fue un hombre muy comedido, pero le gustaba la buena mesa y los buenos vinos, aunque con mesura. Un día, un secretario lo encontró con una botella de vino medio vacía y un vaso medio lleno:
–Estoy celebrando mi cumpleaños, pero eso me tiene sin cuidado.
El secretario, tímidamente le dijo:
–En efecto, vuestro cumpleaños es el 28 de agosto, pero hoy es 27 de agosto.
Goethe buscó el calendario y comprobó que había arrancado dos hojas en vez de una y sentenció:
–Es la primera vez en mi vida que me emborracho inútilmente y con una agravante: que mañana tendré que acabarme la botella.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca