PROGRESO, Yucatán, 21 de mayo.- No tuve culpa alguna, al transportar a la primera persona que falleció por COVID-19, cumplí con mi cuarentena domiciliaria y estoy dando testimonio de que no estoy contagiado y en breve saldré a trabajar como UBER, para ganarme la vida de manera honrada.
Esto fue comentado por José Antonio Dorantes Manzanilla de 40 años, que fuera el chofer de UBER que tuvo el desafortunado momento de prestar servicio al primer fallecido en el puerto por COVID-19, esto sucedió el pasado 5 de mayo.
Entrevistado en su predio, después de estar en cuarentena por 15 días y al no desarrollar el virus de COVID-19, se declaró que está listo para salir y hacer su vida de manera normal.
Al recordar esa aciaga noche, del martes 5 de mayo, eran las 20:00 horas y acudió para el servicio, fue en la calle 35 por 130 y 132 de la colonia Nueva Yucalpetén.
Al ver a la persona que tenía que trasladar nunca se imaginó que estaba contagiado de COVID-19, salió por su propio pie, protegido con cubrebocas, guante de látex, estaba consciente y hablando, no podía respirar, le dolía mucho el pecho.
En ese momento, lo acompañó la esposa del pasajero y de inmediato fue llevado al IMSS de este puerto, en mi caso nunca me dirigí al Centro de Salud, como se había especulado en ese momento.
Al llegar al IMSS lo recibieron en el edificio que estaba a la entrada donde atienden a los pacientes de COVID-19, se bajó y entró por sí solo, los doctores lo recibieron, todos con sus trajes sellados.
En eso vi que lo conectaron a un tanquecito de oxígeno por unos minutos y ya estaba bien, esto lo vi desde lejos, hasta ese momento no sabía que era COVID-19, sino de tonto hacía el servicio, ya que tengo familia.
Fue hasta las 23:20 horas que avisaron a su esposa que ya había fallecido y fue cuando empecé a temer, ya que sin querer, estuve implicado, la señora no me dijo nada.
En eso tomé el teléfono y le dije a mi familia que se salgan de la casa y se encomienden en otro lugar y al llegar a mi predio me quité mi ropa y me bañé hasta con agua y cloro, y de inmediato tiré agua de cloro al carro y lo sellé.
Esta declaración la hago pública, debido a que si me ven en la calle, que no sea como una persona infectada, asquerosa, se cumplió con todas las disposiciones y protocolo todo esto fue por prevención.
Así que era mentira que no sabían las autoridades , quien había dado el servicio y que me buscaban como si fuera un fugitivo, el carro fue sanitizado el 7 de mayo, por la Dirección de Transporte y le habló la Directora de Salud municipal, Vanessa Alcalá Díaz, le formuló una serie de preguntas.
No es fácil vivir esta situación de COVID-19, he estado encerrado 15 días, sanitice la casa, a mi esposa e hijos, los encomendé en otros predios, pasando apuros y necesidades.
¿Que cómo sobreviví?, buena pregunta, gracias a mis dos hermanitas Marta Alicia Manzanilla Torres y Liliana Trejo Manzanilla que viven en Mérida, realizaron una coleta con alimentos, colchones inflables, hamacas, ropa y depositaban dinero en las tarjetas.
Soy desde hace años servidor del Divino Niño, este año será muy especial, dando las gracias por una segunda oportunidad de vida, en estos quince días fue de reflexión y para valorar más a la familia, esto en lugar de alejarlos, los unió más, no todo se basa en lo material y dinero, es más importante la parte afectiva, finalizó.
(Alfredo Canto May)