Los horticultores que vendían sus productos en el mercado Lucas de Gálvez enfrentan una situación desesperante pues no tienen dónde desplazarlos.
Como informamos en su oportunidad, tanto ese mercado como el San Benito fueron cerrados durante 14 días por las autoridades luego de que se detectó un brote de COVID-19 entre varios locatarios; reabrirán sus puertas hasta el 4 de junio.
No obstante que ya empezó la temporada de lluvias, el problema de los pequeños horticultores es que no tienen sitios para vender su producción.
Eladio Puc Chan, de Kanasín, que tiene sembradíos de calabaza, cebollina, cilantro, rábano y en puerta la cosecha de melón, externó su beneplácito por las primeras lluvias, ya que la tierra está húmeda, lo cual va a facilitar las cosas; sin embargo, hay un problema: no hay dónde desplazar el producto, lo que representa una pérdida económica.
–Todos los días se pierde lechuga y cilantro; el viernes perdimos la producción de cebollina para el mondongo que se vendía en el mercado Lucas de Gálvez; las cocinas económicas que nos compraban también están cerradas, dijo.
El productor mencionó que diario sacan unos 200 atados de cilantro, lechuga, rábano, pero no hay a quién vendérselos.
En Xcanatún
En Xcanatún, comisaría de Mérida, los horticultores enfrentan una situación similar o quizá peor, pues ayer se les notificó que deberán permanecer en cuarentena unos 15 días en vista de que hace una semana recibieron la visita de la diputada Cecilia Patrón Laviada, quien anunció haber dado positivo a COVID-19.
Los horticultores de Xcanatún reportan a diario la pérdida de 300 atados de hortalizas, tales como cilantro, rábano, yerbabuena, colinabo y lechuga.
Algunos están comercializando su producto en la Casa del Pueblo, en algunos mercados periféricos o bien en calles del Centro de la ciudad, pero no todo lo que cosechan.
(José Manrique)