Yucatán

PROGRESO, Yucatán, 25 de mayo.- “A más de dos meses que se decretó la contingencia sanitaria del COVID19, estamos sobreviviendo de manera muy penosa, vendiendo las cosas de la casa, poco a poco, para poder comer. Estamos en la época de ‘vacas flacas’, sobre todo en el ámbito turístico, de la venta a los pasajeros del crucero; ya pasará todo esto, nos levantaremos y volveremos a recuperarnos”, declaró el matrimonio conformado por Margarita Escalante y Guillermo Castillo, que tienen su mesa de trabajo en el tianguis turístico, en el local de taxistas.

Entrevistados en su lugar de trabajo, dijeron que van todos los días a cuidar las cosas que tienen en este bazar de artesanías y, además, realizan la buena acción de avisar a todos sus colegas y artesanos en qué condiciones están sus espacios, si siguen en pie o están caídos.

Debido a los fuertes vientos y lluvias que han caído en los últimos días, se han movido varios toldos y afectado mesas, y de esto avisan a sus dueños, que muchas veces viven en Mérida, en los pueblos o fuera del Estado, muchos no pueden venir.

Como se puede observar, el lugar está expuesto, abierto del lado norte, siendo el local de taxistas, cual tiene huellas de que no ha sido atendido en cuestión de mantenimiento: la maleza está alta, está sucio, etc.

“Cuando empezó la contingencia COVID-19, hace más de dos meses, las autoridades de turismo y de recaudación fiscal dijeron que recojamos nuestras cosas, pero muy pocos lo hicieron, otros dejaron pasar este aviso; hace falta más vigilancia. Tanto el Ayuntamiento como el Gobierno del Estado nos han ayudado, en cuestión de despensas, pero duran sólo unos días y hay que salir a la calle a buscar el sustento”, explicaron.

Al no tener otra opción, se han dedicado a vender las pocas cosas que han obtenido con el paso de los años, hasta su esposo –que es guía de turistas– está sin empleo.

Hasta ahora, no hay certeza del día en el que será el regreso de los cruceros, se están manejando hasta los meses de agosto y septiembre, esto es muy lejano, pero se tienen que adaptar para poder sobrevivir lo que falte de la contingencia del COVID-19.

(Alfredo Canto May)