Yucatán

Crean conciencia de buscar ayuda

TIZIMIN, Yucatán, 28 de mayo.- “En Tizimin sí existen casos de violencia hacia las mujeres o violencia en el hogar, se está creando conciencia de buscar ayuda”, dio a conocer la directora del Instituto Municipal de las Mujeres, Sahara Nidia Canto Rejón, quien explicó que normalmente acuden un promedio de más de 35 mujeres al mes para que sean apoyadas.

Las mujeres de comisarías son las que acuden en busca de ayuda, dijo, porque ahí la violencia es más notoria, son golpes, agresiones físicas, en cambio las féminas de la cabecera que acuden a buscar ayuda lo hacen todavía con el temor de que se sepa que están buscando ese tipo de auxilio, más que nada por el qué dirán.

En el Instituto como en la Secretaría de las Mujeres, todo es confidencial, no se publican nombres, casos, todo se maneja con folios y, cabe mencionar que, se está creando la conciencia de buscar ayuda, esa es la tarea principal, que estas personas dejen de normalizar la violencia y busquen apoyo.

“Las mujeres que buscan ayuda, algunas veces acuden al DIF y ellos las canalizan con nosotros para enseñarles los canales que deben seguir para hacer las denuncias de sus casos, sin embargo, lo que normalmente se hace en el Instituto de la Mujeres es dar pláticas a padres de familia en escuelas, en colonias, comisarías, a grupos de mujeres que están enfrentando o viviendo algún tipo de violencia, para cambiar los esquemas de convivencia.

”Donde haya nueve o diez reunidas, voy y doy las pláticas e información de cómo reconocer la violencia y el tipo de violencia que hay, porque muchas ignoran que lo que están viviendo es violencia y lo ven como algo normal, porque así han vivido sus mamás y abuelitas”.

Se les da la información de cuáles son los tipos de violencia y muchas veces, luego de tener esa información, acuden al Instituto y, tras una entrevista previa, si existe un acto de violencia hacia ellas, ya sea gritos, insultos, humillaciones, golpes, cualquiera de ese tipo de violencia, se les canaliza al Centro de Atención Contra la Violencia de las Mujeres de la Secretaría de la Mujer, y se le da atención psicológica y jurídica, ellos le dan seguimiento al caso, se le da acompañamiento legal y, en caso de que se tuviera que hacer alguna denuncia, hasta el final de proceso.

Igualmente, se les brinda terapia psicológica hasta que la mujer ya esté en condiciones, primero, de tomar una decisión de lo que quiera hacer, después, hasta que ya esté en un estado de tranquilidad, para que pueda conseguir un trabajo si no lo tiene o enfocarse más a su trabajo, a sus hijos, a la vida de ella, lo que se trata es que salgan del circulo de violencia y de que dejen de normalizar las actitudes violentas de su pareja.

O sea, se les enseña que no es normal que les griten, no es normal que les obliguen hacer cosas que no quieren, que conozcan sus derechos, que hay leyes que las ayudan, que hay una estancia que las protege, porque muchas veces hay que sacarlas de sus domicilios y resguardarlas, porque inclusive a algunas las amenazan de muerte, de quitarles a sus hijos, entonces hay muchas veces que hay que resguardarlas; para eso contamos con el apoyo del Ayuntamiento, para darles un albergue provisional en lo que esta usuaria se va a Mérida a un albergue que trabaja con la Secretaría de la Mujer.

Canto Rejón añadió que ahora es cuando más están las mujeres haciendo valer ese derecho, antes iban y decían qué es lo que les pasaba pero no les daban seguimiento, o ellas mismas quitaban la demanda, les otorgaban el perdón a sus respectivos agresores, ahora no, “como que están más conscientes de que no tienen por qué vivir en una situación de violencia, nosotros le damos mucha información de cómo deben de trabajar, a veces sin tener que salir de casa, sin tener que depender económicamente de su agresor, porque algunas de ellas quitan las demandas porque no tienen quién las mantenga porque tienen muchos hijos, lo que tratamos de hacer es de decirles ‘todas las mujeres servimos para hacer algo’, la gente siempre necesita algo que ella puede hacer, no tiene estudios, carreras, pero pueden hacer cosas en sus casas, manualidades, arreglar casas o cualquier otra labor que genere ingresos y no tenga que quedarse con su agresor sólo porque está dando dinero para sus hijos”.

La entrevistada señaló que a las mujeres las impulsan a darse cuenta de las situaciones de peligro, a valorarse, de que pueden hacer las cosas ellas mismas, que no necesitan a una pareja que las maltrate, para que puedan salir adelante, porque eso es peor, los hijos viven en un ambiente de violencia y ellos van a repetir lo que están viendo.

“Si queremos acabar con la violencia tenemos que empezar con lo que los infantes ven, aprenden en la forma de educarlos, por eso se dan pláticas en las escuelas, donde muchos padres son jóvenes y apenas inician con la educación de sus hijos, y por eso es importante educarlos en igualdad, para que se les trate igual a niños y niñas, que no se les dé preferencia a los dos, que los dos pueden hacer cosas, compartir obligación en sus casas, por eso se empieza en educar en igualdad y obvio, que vivan en un ambiente donde no haya violencia, porque los niños repiten lo que ven o viven”.

Platicó que también se les brinda talleres de empoderamiento, que consiste en crear conciencia a las mujeres de que puedan tomar sus propias decisiones y capacitándolas para tener la preparación para realizar alguna actividad que le genere ingresos.

(Texto y foto: Raquel Margarita Huerta)