Yucatán

El guardián del alivio

El enfermero de 52 años, José de Jesús Abraham Sansores se propuso llevar la salud a las casas / Como muchos pacientes no pueden ir a curación / Visita a quienes necesitan sus atenciones, totalmente gratuitas

TICUL, Yucatán, 28 de mayo.-En esta contingencia sanitaria por el COVID-19, se han tenido historias muy tristes como agresiones a médicos, enfermeros y trabajadores de la salud, algo que no es aceptable para la mayoría de los ciudadanos que vemos cómo estas personas están luchando y exponiendo sus propias vidas y las de sus familias para salvaguardar la nuestra.

En la actualidad existe gente de escasos recursos que se la ven muy difícil por carecer de recursos económicos y debido a la saturación por la contingencia de la atención médica, esto les impide sanar adecuadamente, por lo que el Lic. en Enfermería José de Jesús Abraham Sansores Mian, se propuso ayudar a la gente que sufre de alguna lesión o enfermedad hasta sus domicilios, otorgándoles atención y curación a sus heridas sin algún costo.

Oriundo de la comunidad de Santa Elena y avecindado en la ciudad de Ticul desde hace 20 años, el enfermero José de Jesús Abraham Sansores cuenta con 52 años de edad y realizó sus estudios en el Centro de Estudios Superiores Tamayo (CERT) de esta ciudad, perteneciendo a la generación 2011-2015.

Según nos platicó muy amablemente en su domicilio y en exclusiva para el periódico POR ESTO! : “hace varios años trabaje en Sedesol, en donde pude ver cuánta necesidad existe en los domicilios, por lo que me alentó para estudiar enfermería para poder ayudar al prójimo; así mismo, laboré durante 12 años en la SSA como verificador sanitario, en donde, de la misma manera, puede palpar la pobreza, eso sin dejar de mencionar que en mi población natal lo viví en carne propia.

”Al surgir la contingencia sanitaria y ver cómo sufría la gente al no poder moverse a los hospitales para su sanación por estar en sus predios, fue entonces que me animé a realizar visitas a domicilio para otorgar servicios de enfermería como curación de heridas, pie diabético, pacientes posoperatorios, retiro de puntos, inyecciones, toma de glicemia capilar, toma de presión arterial.

”En la actualidad atiendo a más de 10 pacientes de diversos padecimientos, a quienes no les cobramos ni un solo centavo, y es importante mencionar que el material que me sirve es gracias a donadores como Marta Canto, Isabel Segura, Minelia Magaña, Casa Interian, Luis Martin Carrillo Villareal, Pedro Aké propietario del Bachoco de San juan, de la Lic. Mariel Dzib Peraza directora del CERT, al Lic. Rafael Montalvo Mata y a Guilbardo Ramírez Estrella.

”Una de las curiosidades que me han sucedido en estos servicios que laboro, es que la abuelita de un paciente, que es maya hablante, a la que acudí a realizarle sanación de sus heridas me dijo: ‘joven, en verdad te agradecemos todo lo que haces por la gente y no tenemos cómo pagarte, pero de corazón te regalo un gallo para que comas con tu familia’, esto me causó una emotividad difícil de explicar, pero a la vez muy curioso; sin embargo, yo le dije a la abuelita ‘te agradezco, mamita, pero no es nada mis servicios’, a lo que ella me contestó ‘entonces cuando lo mate en finados haré un rico pib y te voy a invitar’. Estas palabras y estas situaciones me motivan a seguir realizando mis actividades.

”La verdad me inspira mucho Florence Nightingale, quien fue una madre de la enfermería, y al realizar el paso de la luz adoptamos el compromiso de servir a la humanidad. En la actualidad me da satisfacción de que dos de mis ex alumnos del CERT, al ver esta labor gratuita que hemos estado haciendo, se han sumado en sus respectivos municipios para atender a su gente que los necesita, tal es el caso de Edson Aban de Sacalum y Eduardo Flores Góngora de Tekax, lo cual se puede recalcar ante esta pandemia.

”A los otros enfermeros de Yucatán les invito a que se unan a esta labor social en beneficio de la humanidad que ahora nos necesita, inclusive propondría que se llamara ‘enfermeros unidos por un Yucatán saludable’”, finalizó.

En la actualidad, nuestro héroe sin capa trabaja como encargado de laboratorio en el CERT Ticul, en donde enseña las técnicas de enfermería; tiene dos hijos: Abraham Francisco de 22 años de edad, quien está estudiando enfermería, y Lizzeth de 18 años, quien está estudiando educación; además del apoyo moral e incondicional su esposa, la enfermera Guadalupe Segura, quien labora en el Centro de Salud de la comunidad de Pustunich desde hace varios años.

Para este enfermero ticuleño, a pesar de arriesgar su vida, continúa su labor social en beneficio de los que lo necesiten, muchas gracias.

(Texto y fotos: Guillermo Contreras Cruz)