Yucatán

Haciendas de Mérida, atractivo turístico que podría crecer

Mérida cuenta con alrededor de 10 haciendas que se convirtieron, unas en hoteles de 10 a 30 habitaciones, otras en lugares de servicio para banquetes y bodas, y otras en vivienda.

Eso informó ayer el promotor hotelero de Yucatán, Félix Antonio Rubio Villanueva, quien en entrevista dijo que todas estas haciendas tienen un atractivo turístico, por lo que podrían crecer, sobre todo por su extensión, ya que la más pequeña tiene 2, 3 ó 4 hectáreas, que son los espacios donde antes estaban los huertos, los corrales, las veletas y los jardines.

Dijo también:

–En realidad los yucatecos debemos estar orgullosos de contar en el Estado con tantas haciendas antiguas, muchas de las cuales son verdaderas obras de arte de la arquitectura, y la mayoría se construyeron en la época del Porfiriato, cuando Yucatán fue una de las regiones más ricas de Latinoamérica (aunque como todos sabemos, esta riqueza se obtuvo con la mano de obra esclava de los mayas).

–Don Félix, ¿cuántas haciendas llegó a tener Yucatán? –preguntamos.

–Hay un inventario de que eran 730 haciendas hasta antes de la expropiación ordenada por Lázaro Cárdenas alrededor del año 1938. Al paso de los años, por los sesenta, todavía había en producción 70 haciendas que, por falta de visión, fueron deteriorándose y muchas fueron desmanteladas y su maquinaria se vendió como chatarra a la Siderúrgica.

“Reordenación” henequenera

Fue algo lamentable que empezó con Salinas y Manzanilla Schaffer, y al venderse Cordemex, en el tiempo de Dulce María Sauri Riancho, liquidaron a los trabajadores henequeneros yucatecos y de lo que eran los campos de henequén queda ahora puro monte, pues están llenos de vegetación. Hoy algunas desfibradoras, muy pocas, quedan como propiedad ejidal.

–¿Desde cuándo quedan solamente estas 10 haciendas en los alrededores de Mérida?

–Desde esa misma época, por los años sesenta, solamente quedaron esas 10 haciendas rodeando Mérida, pero como te explicaba, no cuentan con maquinaria. Lo fuerte de las desfibradoras, las que todavía trabajaban, estaba en Izamal, Motul, Umán y Kinchil.

–¿Hay algunas haciendas que hayan sido restauradas?

–Sí, varios yucatecos han restaurado haciendas para rentarlas como salas de fiestas o para tenerlas como lugares de reposo, no de hotelería. Hay entre 5 y 8 haciendas así en el Estado y otras en Mérida.

–¿Y cuántas quedan en total de las que había?

–En todo el Estado de lo que son haciendas antiguas que no se destruyeron por el tiempo o los ciclones (el huracán “Isidoro” tuvo un papel en eso) quedan entre 100 y 150, de las que algunas fueron restauradas para ser convertidas en hoteles muy selectos, y otras fueron dejadas por los hacendados a los pobladores y se convirtieron en pequeños pueblos que han ido creciendo. La única hacienda antigua que está todavía como cordelería es la de los Lubcke, “Sotuta de Peón”, en el Sur, por Tekit de Regil. Allá hacen tours completos, te llevan todo para visitarla.

Obras de arte

También hay una hacienda en el camino a Celestún, la de Chunchucmil, que en 1906 fue visitada por Porfirio Díaz y que actualmente es de un ex banquero. Yo la visité hace 25 años y en cada cuarto tenía obras de arte de la cultura china, la cultura persa, la cultura egipcia, y supe que esas obras, que ya estaban un poco despintadas por el tiempo, fueron restauradas.

–Don Félix, usted hacía una revista turística, ¿cómo se llamaba?

–“Mayaways”, la hice de 1977 a 1992, tuvo 51 números y era totalmente en inglés. El tiro del primer número fue de 20 mil ejemplares y tenía 76 páginas. El último número lo hice para el Tianguis Turístico de 1992.

Finalmente apuntaremos que don Félix Antonio Rubio Villanueva tiene una trayectoria de 53 años en la actividad turística, en los que ha sido guía de turistas, agente de viajes, rentador de autos, editor de guías y revistas turísticas, autor de artículos especializados, agente de relaciones públicas, promotor y lleva 25 años como hotelero.

(Roberto López Méndez)