Yucatán

Recomiendan reforzar buenos hábitos de sueño

En esta emergencia sanitaria por coronavirus, los menores no están exentos de presentar trastornos del sueño debido al estrés que puede provocarles el cambio en su rutina por no acudir a clases o salir a realizar actividades, y el mismo miedo o ansiedad que podrían manifestar al no comprender completamente este padecimiento y el confinamiento en los hogares.

Ante ello, la Oficina de Representación Yucatán del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda a los padres de familia continuar con los correctos hábitos de sueño que sus hijos tenían mientras acudían al colegio.

“Los niños necesitan de una rutina para desarrollarse y sentirse seguros. En el caso de la higiene del sueño, dependen de la edad del menor las horas requeridas para tener un descanso reparador, mismo que va a ser un factor importante en su desarrollo y sano crecimiento”, explicó la coordinadora de Prevención y Atención a la Salud, Flor Rodríguez Melo.

Un recién nacido duerme un aproximado de 16 horas diarias, entre seis y ocho episodios de sueño, detalló, es por eso que llegan a despertar varias veces en la noche para alimentarse.

En los primeros años de vida, los niños despiertan durante la noche cada vez menos, incluso hay algunos que logran dormir toda la noche al cumplir el primer año. No obstante, también hay niños en edad preescolar que siguen despertando en la noche, como consecuencia de una consolidación inadecuada del período de sueño nocturno, recalcó la funcionaria. A esta edad deben dormir un promedio de 10 horas, más alguna siesta durante el día.

De los cinco a los 10 años de edad, el sueño alcanza un grado de madurez suficiente como para dormir de ocho a 10 horas. A partir de la adolescencia, el promedio adecuado será de siete a ocho horas.

Aunque el tiempo de sueño puede variar, es importante tomar en cuenta que para lograr que los niños tengan un buen descanso se debe seguir una rutina para que las acciones sean previsibles para ellos, esto puede ser: bañarse, ponerse la pijama, lavarse los dientes, llevarlo al baño si ya inició el control de esfínteres, leerle un cuento, cantarle o contar una historia antes de dormir; así se proporcionará al niño una sensación de seguridad.

“Como si aún acudieran a la escuela, debemos de evitar las distracciones en la habitación antes de llevarlos a dormir, el ruido y la luz dificultan el sueño. No dejar que el menor vea televisión o utilice aparatos electrónicos al menos una hora antes de ir a la cama. Que tenga una cena ligera y durante el día motivarlos a realizar alguna actividad física en casa y con esto descargue energía”, expresó la también pediatra. (Boletín)