Yucatán

Un personaje recordado que divertía a chicos y grandes

TEMOZON, Yucatán, 29 de mayo.- En los años 70, las fiestas del pueblo y la llegada de los circos eran los acontecimientos más esperados y disfrutados por todos los habitantes de la actual villa.

Entre ellos, el más recordado y apreciado de aquella bella época fue, nada más y nada menos que, el circo “Mágico Modelo” de los hermanos Ramírez, del vecino municipio de Espita.

En la función del circo no podía faltar la presentación de su estelar, el payaso Jesús Alejandro Ramírez Tun, mejor conocido en el mundo círquence y artístico como “Chupón, el rey de los payasos”, presentando su show cómico “Las chuponeadas del Chupón”, con todas sus ocurrencias, que mantenía al público “muerto de la risa” gracias a su estilo único en el arte del hacer reír con el humor blanco que le caracterizaba.

Sus diálogos los improvisaba, haciendo vaciladas chuscas con los oficio de los pobladores, en este caso, se recuerda a Juan “Morsa” Góngora cuando iniciaba en la carnicería, a Julián Góngora el platero, y los carniceros Edgardo “don Gato” Aguilar Domínguez, Gerardo “Dzipo” Aguilar (+) y al dueño de la tienda “El Gallito”, don Ernesto “Neto” Aguilar (+), que estaba frente la plaza principal, donde se instalaba el circo.

El “Chupón”, además de ser payaso era trapecista (haciendo mancuerna con su hermano) y lanzador de cuchillos. Cuando lanzaba los cuchillos, invitaba a personas voluntarias del público para pasar en el círculo rotatorio de madera, donde se clavaban los filosos cuchillos, y así demostrar la precisión de sus lanzamientos.

Se recuerda que, con mucha valentía, levantaban la mano Ramón “Taman” Góngora Arceo (+) y Rocío Cabañas Góngora; para este peligroso acto a los voluntarios se les vendaban los ojos, recibiendo aplausos del público.

Por un largo periodo en una exitosa gira por toda la Península de Yucatán, el circo tuvo un elenco internacional en el que Charles Demangeat (originario de los Estados Unidos) fue una polifacética estrella del circo, que interpretaba al famoso “Hombre Bala” o la “Antorcha Humana” (haciendo alusión a la nave espacial Apolo 11, que en el mes en julio de 1969 trasportó a los astronautas, logrando que el hombre caminara por primera vez sobre la superficie lunar).

Además, había otras presentaciones: el encantador de serpientes, un hombre con habilidades sobrehumanas. Un espectáculo sorprendente era el del hombre que se quitaba la capa y se acostaba sobre una “cama” de vidrios rotos, y luego iban dos ayudantes para colocarle una tremenda piedra sobre el pecho.

Luego aparecía “Darko” con un mazo en la mano, mientras el público en suspenso gritaba de pánico; “Darko” sin piedad golpeaba la piedra y cuando ésta se rompía, Charles tiraba los pedazos a los lados.

Para ello, todo el público estaba de pie gritando de asombro. El artista se levantaba con una sonrisa, como si nada había pasado, y los dos saludaban al público que no paraba de aplaudir.

Luego, en el cambio de programa, el artista de talla internacional le daba vida a San Martin de Porres, en otras ocasiones se presentaba como el “Hombre Rana”, o actuaba las aventuras del comandante Macduff y el sobrino de búfalo Bill.

En ediciones pasadas del periódico POR ESTO!, se dio conocer que próximamente Jesús Alejandro Ramírez Tun realizará su gira de despedida por toda la Península de Yucatán y que está, como todos nosotros, en espera de que culmine la pandemia para que inicie el adiós de “Chupón” y del circo “Mágico Modelo”. Su gira durará aproximadamente un año, en el que celebraría su cincuenta aniversario como payaso.

Se espera que esta gira incluya a la villa de Temozón, en donde se le aprecia, para despedirlo como se merece: con muchos aplausos y de pie, como todo un artista que se entregó a su público.

(Federico Osorio Mena)