Con la reactivación de la industria de la construcción a partir del lunes próximo, la movilidad vehicular y de personas necesariamente aumentará en todo el Estado, lo que obligará a las autoridades a extremar la vigilancia en la aplicación de las medidas sanitarias para evitar mayores contagios de COVID-19.
Si se toma en cuenta que la reapertura de este sector significará el regreso a sus labores de unos 15 mil albañiles, de igual manera y en forma directa ocasionará una mayor actividad en el transporte público, en las tiendas que comercializan materiales de construcción, en la venta de alimentos y de otros insumos vinculados con el ramo.
Es importante hacer notar que el Gobierno del Estado no ha detallado si los negocios relacionados con la actividad constructora también reabrirán sus puertas, pues la industria de la construcción ocupa también a talleres de herrería, de aluminio, de carpintería, así como a pintores, plomeros, electricistas, entre otros.
El traslado de trabajadores
Habrá que ver qué medidas o estrategias dispondrán también las autoridades para vigilar que en el transporte de los alarifes se cuide la sana distancia o el uso de cubrebocas, pues lo común en el traslado de los trabajadores es que se utilicen camionetas de redilas o abiertas en las que van de pie y apachurrados decenas de albañiles.
De igual forma en las obras, por las propias condiciones de la actividad, resulta natural el trabajo de cuando menos dos personas juntas, el maestro y el ayudante, sin que medie la distancia de aislamiento recomendadas.
Asimismo, cuando se hace el “colado de techos”, se requiere del trabajo conjunto y al mismo tiempo de varios alarifes que tienen que guardar la cercanía para poder realizar sus actividades.
Al respecto, el Gobierno del Estado ha reiterado que se tiene como prioridad cuidar la seguridad de los trabajadores y evitar los contagios, para lo cual ha informado que se tomarán experiencias positivas de otros países y se priorizarán las actividades que representen menor riesgo de propagación del virus.
Principios básicos
Sobre este punto, el Gobernador Mauricio Vila Dosal señaló que “las directrices de los expertos en salud pública son enriquecidas por diversas voces de la sociedad en un Plan Estatal para la Reapertura Escalonada de la Economía del Estado, para lo cual se realizan mesas de trabajo con la participación de representantes de organismos empresariales, patronales, sindicales, universidades y organismos de la sociedad civil”.
De acuerdo con la estrategia de las autoridades locales, la reactivación económica partirá de tres principios claros:
1. Proteger la salud de los yucatecos.
2. Apertura gradual de las actividades económicas considerando el riesgo de contagio y la importancia en la economía.
3. Un nuevo orden bajo esquemas de monitoreo y protocolos sanitarios que permitan controlar los contagios en esta nueva etapa de reapertura.
Siete indicadores
En ese sentido, para proteger la salud de los yucatecos, el grupo de expertos en la materia y la autoridad estatal de Salud determinaron 7 indicadores, 4 de ellos que permitirán dar seguimiento a la capacidad del sistema de salud y 3 para seguir el comportamiento de los casos de contagio. En este sentido, los indicadores serán el “semáforo” que permitirá pensar en una apertura gradual de la economía.
En lo que respecta a la apertura gradual de las actividades económicas se consideran dos elementos:
1. El riesgo de contagio de cada actividad.
2. El impacto económico de la actividad, considerando los empleos que se generan y la participación en la economía estatal.
En cuanto al riesgo de contagio de las actividades, se analizan 21 criterios técnicos para 3 medidas de riesgo:
1.- La exposición de la población, es decir, los niveles de riesgo de acuerdo a la cantidad de personas que interactúan en una actividad y a la capacidad de controlar el ambiente en que se hacen las actividades.
2.- La exposición al contagio que existe dada la forma de operar tradicional (riesgo intrínseco de contagio).
3.- La habilidad para salvaguardar la salud de la gente, que se refiere a la capacidad de mitigar los riesgos de salud en las interacciones de empleados, en las operaciones y en el ambiente de trabajo.
Asimismo se ha reiterado que, antes de reanudar sus operaciones, los sectores deben contar con protocolos de higiene y prevención para la mitigación de riesgos de contagio, los cuales deberán ser implementados de forma estricta y validados por los especialistas de salud del Gobierno del Estado.
Para ello, ya se tienen listos los protocolos de higiene y prevención para reanudar actividades, siempre anteponiendo la salud de sus colaboradores y población en general.
El Gobierno del Estado ha reiterado también que se encuentra consciente de la importancia que la economía tiene para garantizar el ingreso de las familias del Estado, pero la salud de los yucatecos tiene prioridad sobre cualquier otro tema, por lo que se está trabajando en la reapertura de actividades de manera paulatina, responsable y escalonada.
(Rafael Mis Cobá)