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Pobladores de la comisaría San Crisanto, en Sinanché, Yucatán, negaron de nueva cuenta la entrada a un par de adultos mayores extranjeros bajo el argumento de que por la contingencia a causa del coronavirus no se permitirá la entrada a gente que haya estado en otros países.

El matrimonio extranjero es residente en San Crisanto desde hace más de 15 años, pero al enterarse la población de los adultos mayores viajaron a Estados Unidos, debido a que su hija falleció de un infarto, a su regreso desde el viernes pasado no los dejaron pasar a su casa.

Los habitantes de la comisaría que impidieron el paso aseguraron que se busca evitar la propagación del COVID-19 y que los extranjeros intentaron entrar el pasado viernes 1 de mayo con el apoyo de un voluntario en los filtros, pero el pueblo les impidió el acceso debido a que estuvieron de viaje en Estados Unidos durante 15 días.

Al no poder ingresar a su domicilio, el matrimonio se marchó y pasó varios días en Telchac Puerto, pero este domingo de nueva cuenta intentó ingresar a la localidad, en cuyo filtro se encontraban dos voluntarios y un oficial, quienes alertaron al pueblo y la gente les cerró el paso.

La presión de los ciudadanos obligó a las personas mayores a retirarse del lugar; sin embargo, volvieron más tarde con la orden de un juez.

Vecinos indican que desde el pasado viernes los extranjeros intentaron ingresar al puerto, pero se les indicó que muchos municipios y puertos están cerrados y San Crisanto no era la excepción, por lo que para proteger a la comunidad del COVID-19 se les negaba el acceso y se les indicaba que, cuando la pandemia pase, podrían volver a su domicilio.

Este domingo los afectados buscaron apoyo legal para ingresar al puerto con un amparo que una abogada les consiguió y que a la vez amenazaba a los pobladores con demandarlos por negar el acceso.

En su defensa, los vecinos señalaron que quieren proteger a su puerto del virus, pues al ser muy pequeño temen que se propague con rapidez en caso de que los extranjeros lo tengan, por lo que únicamente piden que hagan su cuarentena en Mérida y se realicen la prueba del COVID-19, para que de esa forma puedan ingresar.

El presidente municipal, Felipe Rojas, intervino para intentar llegar a un arreglo con los pobladores, pero ante la negativa arribaron elementos de la Guardia Nacional y Policía Estatal, quienes tomaron el control de la situación.

Finalmente, con el apoyo del amparo federal, los extranjeros lograron acceder al puerto, ante el enojo y la incertidumbre de los habitantes.

La comunidad se mostró enfurecida con la situación, pues aseguraron que el único fin es salvaguardar la salud de los habitantes, unos 600, aproximadamente.

En el área de la playa, los pobladores cerraron en un círculo a los extranjeros para impedir que continúen ingresando al puerto, ahí se encontraban elementos de la Guardia Nacional, Estatal y habitantes del puerto, así como autoridades municipales y los extranjeros.

Luego de varios minutos tensos, se informó que la pareja accedió a retirarse si les permitían sacar a sus perros del puerto, cosa que al principio los pobladores se negaban, pero al final accedieron.

Policías estatales y elementos de la Guardia Nacional acompañaron al Comandante Camargo de la SSP y la abogada de la familia para sacar a las mascotas.

En el operativo se desplegaron más de 30 patrullas de la SSP y la Guardia Nacional, el acalde Felipe Rojas y la comisaria municipal, Martina Rosado estuvieron al pendiente de la situación en el lugar.

Los vecinos señalaron que no permitirán el acceso a ninguna persona foránea, por su propia salud y bienestar.

Con información de Alejandro Collí / Pastor Palma / Alfredo Canto

Por Redacción Digital Por Esto!

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