Yucatán

VALLADOLID, Yucatán, 6 de mayo.- Hoy las circunstancias nos están obligando a seguir los caminos que siempre nos habían sugerido; “regale afecto, no cosas materiales”.

Actualmente están pasando fechas relevantes en nuestras vidas, como el Día del Niño y el Día de la Madre, que se acerca muy rápido, y luego vendrá el Día del Maestro y le seguirá el Día del Padre; e irónicamente ahora sí tendremos que demostrarles a esas personas importantes en nuestro entorno social, que verdaderamente son valiosas y cuánto es lo que significan en nuestros logros y demás momentos trascendentales que vivimos diariamente.

Vamos hoy a enfocarnos de manera muy particular, al Día de la Madre, de ese ser que da su vida por nosotros, como muy pocos podrían hacerlo, que nos protege siempre y de forma singular durante los nueve meses que estamos en su vientre; y así podríamos decir tantas cosas de innumerable valor que ella hace mientras vive, que creo nunca terminaríamos.

Engloban mucho de todo por decir, lo que dijo Abraham Lincoln: “Todo lo que soy y espero ser, se lo debo a mi madre”.

Gaspard Mermillod dijo: “Una madre es la que puede tomar el lugar de todos los demás, pero cuyo lugar nadie más puede tomar”.

El maestro Eufrasio Osorio, nos comenta que, para él, conmemorar el Día de Madre es de todos los días. Es el día cotidiano cuando la besamos al darle los buenos días, cuando la respetamos con nuestros actos y palabras, cuando honramos sus enseñanzas en nuestro diario actuar, cuando las procuramos en sus momentos de tristeza y las acompañamos en su felicidad. Es por ello dice, que el 10 de mayo es únicamente el día para reafirmar ese compromiso que tenemos con la que nos dio la vida y en su regazo amoroso nos cobija hasta el último momento de su existencia.

Ese día debe ser de unión familiar, sin embargo, en esta etapa de contingencia que nos vemos inmersos por el Covid-19, debemos mostrar nuestro amor a distancia y el mejor regalo que podemos darle a mamá, es cuidar su salud.

Agregó que, si vivimos con fe en nuestro Señor, sabemos que con su bendición saldremos adelante y avante de esta contingencia y, nuevamente podremos disfrutar del reencuentro con nuestros seres queridos, especialmente con aquel ser que es fuente de vida, amor y sacrificio sin igual. ¡Muchas felicidades y bendiciones para todas las mamás en su día!

Hoy podemos hacer la diferencia de años anteriores, este puede ser el presente sin otro mañana, este diez de mayo podríamos darle a mamá palabras, risas, lágrimas y momentos que nunca jamás pueda olvidar; regalos que guarde en su corazón y en su mente y nunca salgan de allí, y no caduquen o se echen a perder con el tiempo; y disculpen si esto es fuerte, pero recuerden que lo que está aconteciendo ahora con esta enfermedad, nos lo han repetido cientos de veces: “Las personas más vulnerables o de alto riesgo son los de la tercera edad, los que tienen enfermedades degenerativas, embarazadas y obesidad grave”.

Retomaré esa bonita frase del maestro Eufrasio Osorio en la que hoy el mayor regalo puede ser “regalar salud”, mantener “Susana distancia”, “no movilidad” y mantener constante el uso de cubre-bocas y gel antibacterial.

(Ariel Sánchez)