Yucatán

Grafiteros, dolor de cabeza para la ciudadanía

PROGRESO, Yucatán, 8 de mayo.- Como es bien sabido, los grafitis se han convertido en uno de los problemas sociales que más provoca la molestia de la ciudadanía.

Además de la pésima imagen urbana, los dueños de negocios y comercios, escuelas y casas particulares deben hacer gastos innecesarios cada vez que los vándalos dañan sus propiedades.

Personal docente de diversas escuelas del puerto, aseguran que siempre han tenido el cuidado de tener el frente en buenas condiciones, ya que forma parte de su presentación, así como de la imagen urbana de la ciudad.

Sin embargo, en los últimos meses han sido víctimas de los grafiteros que abundan por las colonias y calles, de tal modo que en varias ocasiones han rayado fachadas y no tuvieron más remedio que mandarlas a pintar.

Pero como casi siempre ocurre, más tardan en reparar el problema cuando ya ha vuelto éste a hacer acto de presencia. Aseguran que la última vez ya fue el colmo, pues la pintaron un fin de semana y a los pocos días la fachada ya estaba nuevamente grafiteada.

¿Dónde están nuestras autoridades? ¿Qué están haciendo para solucionar este tipo de problemas? ¿Por qué no se dan una vuelta por las colonias para ver dónde hace falta mayor vigilancia y seguridad?

Es tal el problema de los grafitis que, a pesar de que uno se toma la molestia de pintar la escuela y dejarla bonita y presentable, vienen estos vándalos y la manchan, y lo peor de todo es que a pesar de que los agarran, más tardan en detenerlos que en soltarlos, y el problema no tiene una justa solución, comentan.

Otras familias expresan que da coraje porque uno procura tener sus frentes y fachadas presentables como parte de la ciudad, agregando que se deben implementar programas contra los grafitis, ya que evitarlos es el deber diario de los agentes policíacos; pero esperan que al hacer público este tipo de denuncias las autoridades reaccionen, ya que sólo justifican los hechos y la ciudadanía pierde la confianza en ellas.

En todo caso, lo más recomendable es que las autoridades asignen espacios de expresión para que los jóvenes se manifiesten, dejando de utilizar las bardas y fachadas de escuelas, casas y comercios, donde hasta en el servicio se sufre de este cáncer social.

(Alfredo Canto May)